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Cultura | Reinosa

Emotivo encuentro entre Pablito y Berni

Capítulo 10 del cuento inédito 'Berni' (Historia de un perro abandonado), de Alberto Gallo

La escena era inenarrable, la niña que no le soltaba por nada del mundo, estaba sorprendida al ver las lametadas que propinaba su perro a aquel niño indigente, correspondidas por las caricias que a su mascota le daba él
¡Qué llorar de alegría!! ¡¡Qué gemir de dulzura!!...Un poema...

Pasada la emoción del encuentro contemplado por todos los allí presentes llegó el momento de dar explicaciones, Pablito que ya no tenía ni hambre ni frío conto emocionado a la niña cómo habían ocurrido las cosas y de qué manera se había llegado a esa situación. En un largo momento quedó todo claro para ella, comprendiendo lo que hasta ahora constituía un enigma difícil de entender.

En ese momento había dejado de nevar y un sol radiante iluminaba la escena, Berni no dejaba de dar muestras de cariño, estaba clarísimo que ladraba y quería a los dos, saltaba y la vez giraba alrededor de ellos.


Berni no entendía de clases sociales, y en este caso lo mismo lamía la cara a Pablito que inmediatamente daba un salto hasta las trenzas de la atónita niña. Todos los que pasaban por allí se contagiaban de la emoción que manifestaban ambas familias; gentes con regalos, niños que cantaban villancicos, contemplaban emocionados lo que no entendían; pensaban que era una escena promocionada por una casa comercial o algo parecido; aquella unión de dos familias tan diferentes les parecía un montaje, algo mágico y milagroso...Muy propio de aquellas fiestas.

Una vez pasadas las grandes emociones se inició la fase de aclarar los pequeños detalles. En esos encuentros especiales se comenta de todo, salen a relucir vivencias y acontecimientos de todo tipo y condición. Cuando tocaron el tema del trabajo, resultó que los padres de la niña eran propietarios de una serie de molinos y una flota de carros que prestaban servicio a todo aquel entorno, y al enterarse de que Nino no tenía trabajo, inmediatamente le ofrecieron un puesto a elegir; o bien como ayudante de molinero o de carretero, que de los dos necesitaba personal para cubrir el puesto.

Nino vio los cielos abiertos y en ese momento le dijo que sí, que a él se le daría bien el trabajo de ayudante de molinero....