Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso.
Puede obtener más información, en nuestra Política de Cookies.

Actualidad | Cantabria

El Gobierno regional aprueba la nueva normativa de atención a la dependencia con un modelo más inversor y centrado en la persona

El Boletín Oficial de Cantabria publica la regulación, que apuesta por centros más parecidos a los hogares, donde las personas mayores y con discapacidad tengan más participación y reciban una atención personalizada

El Gobierno de Cantabria, a propuesta del departamento que dirige la vicepresidenta, Eva Díaz Tezanos, ha aprobado hoy la nueva normativa para la atención a la dependencia, que implica la puesta en marcha de un modelo de atención más personalizada y supondrá una financiación pública adicional de 7,5 millones de euros al año.

El Boletín Oficial de Cantabria ha publicado hoy esta nueva normativa que incluye la regulación de los requisitos materiales y funcionales de los centros de servicios sociales especializados, los criterios y el procedimiento de acreditación, y los nuevos precios públicos por plaza concertada.

El Ejecutivo aportará un 10,54% más de inversión por plaza concertada en los centros y residencias para personas dependientes, cantidad que se suma al aumento del 3,4% aprobado el pasado mes de julio.

Esta inversión pública irá destinada a implantar un modelo de atención en el que las personas mayores y con discapacidad tengan un mayor protagonismo, estén más implicados en la toma de decisiones que afecten a su vida y reciban una atención más personalizada, con una mayor flexibilidad en la prestación de los servicios que reciben.

Desde el punto de vista del sector, supondrá además un aumento del empleo para dar respuesta al incremento de horas de atención que prevé el nuevo modelo y poner fin a la sobrecarga que padecen las plantillas de los centros desde los recortes del año 2012.

El nuevo modelo en la atención

El nuevo modelo que implantará Cantabria en centros públicos y concertados da más participación a las personas dependientes, para que directamente o con el apoyo de quien la representa o cuida, pueda seguir gestionando su vida y tomando sus decisiones, en unos centros que se asimilarán a la vida cotidiana de los hogares, dejando atrás los espacios más hospitalarios, y promoviendo una mayor relación con las familias.

La normativa avanza también hacia una mayor personalización de la atención y una mayor flexibilidad en la prestación de los servicios, según los deseos de las personas, potenciando su capacidad de elección en cuestiones como los horarios de comedor y los horarios para levantarse o acostarse o en la decoración de sus habitaciones, que podrán personalizar con sus propios enseres, muebles u objetos traídos de sus hogares y que les hagan sentirse mejor.

Los nuevos requisitos materiales exigidos a los centros incluyen la instalación de internet gratuito para las personas usuarias, ampliación del espacio en las habitaciones y un mayor porcentaje de habitaciones individuales. Además, deberán cambiar su organización con comedores o salas de estar más pequeñas y numerosas.

Por otra parte, los centros por primera vez podrán organizar su estructura en pequeñas unidades de convivencia, similares a hogares de entre 12 y 16 personas como máximo, con la dotación propia de una vivienda, con el fin de fomentar la autonomía personal y proporcionar un ambiente doméstico. Estarán compuestas por los dormitorios, servicios higiénicos y su propio comedor y sala de estar.

Se regulan, también por primera vez, los centros multiservicios para que, sobre todo en el medio rural, puedan proporcionar servicios a las personas mayores o personas dependientes, tanto en el centro como en su domicilio, facilitando la permanencia en sus domicilios el mayor tiempo posible.

Así se prevé la posibilidad de que la persona dependiente acuda al centro solo a comer o a pasar la tarde o la noche y pueda elegir algunos de los servicios sin tener que acudir el día entero o residir en el centro.

Hay también mejoras en la regulación de los centros de día, a los que se les facilita una mayor implantación en el medio rural, y se reducen las exigencias estructurales para que compartan instalaciones con una residencia.

Este modelo, ya experimentado en los países nórdicos y en EEUU y Canadá, mejorará la vida de las personas usuarias, su estado de ánimo, su autonomía e independencia, y generará una mayor confianza con su profesional de referencia.

Además, mejorará su relación con sus familias, promoviendo su presencia y participación, y beneficiará a las personas trabajadoras del sector porque las motivará, generará ilusión, fortalecerá su autoestima profesional, creará espacios de comunicación, cooperación y confianza con las personas usuarias, y mejorará el clima laboral.

Más empleo y mejor atención

La implantación del nuevo modelo de atención promoverá también la creación de empleo en el sector de la dependencia, ya que se exige la contratación de más  personal en los centros al prever un incremento importante de horas de atención.

La financiación adicional incluye también una adecuación a las tablas salariales vigentes en el sector, el reconocimiento de un convenio sectorial propio de la discapacidad, y un incremento de la cuantía destinada a compensar a las empresas del sector los costes derivados del absentismo y antigüedad de sus plantillas.