Este pasado fin de semana se reunieron los alumnos de la generación de 1988 del Colegio Casimiro Sainz de Matamorosa. Los compañeros de pupitre, algunos llevaban casi 20 años sin verse, compartieron una comida de hermandad en el Restaurante El Montero de Soto. Una jornada en la que las risas y las anécdotas de aquellos años de aprendizaje y travesuras se mezclaron con el intercambio de realidades y proyectos de futuro.
Es iniciativa, que esperan seguir desarrollando próximamente, ya tiene nuevo escenario. La próxima ocasión se reunirán en Logroño.