¡Muchas gracias de corazón por indicarnos, con letreros flamantes en la autovía, en qué demarcación hidrográfica nos encontramos!
Ahora solo falta que sepamos -y que sepan- dónde estamos realmente... históricamente hablando.
Desde nuestra comarca campurriana, donde nacen los ríos Ebro y Besaya, tierra de una riqueza extraordinaria en iglesias rupestres y románicas, con dos joyas como las colegiatas de San Martín de Elines y Cervatos, la ciudad romana de Julióbriga, los castros cántabros y romanos, el arqueositio cántabro-romano de Camesa y un patrimonio natural de enorme valor, quiero expresar mi más sincero agradecimiento por la reciente instalación de esos carteles informativos que nos señalan, con todo detalle, la demarcación hidrográfica a la que pertenecemos.
En España hay 25 demarcaciones hidrográficas (ya os quedan menos por conocer). Sin duda, se trata de un dato de vital importancia para los conductores que circulan a 120 km/h, quienes, al leer "Cuenca Hidrográfica del...", sentirán una profunda conexión con el entorno fluvial. Todo un avance que no deja indiferente a nadie, especialmente a quienes llevamos décadas esperando otras señales: las que indiquen que aquí también hubo vida antes del siglo XXI.
Lamento, eso sí, que se hayan olvidado -una vez más- de colocar señalización que destaque algo aparentemente menos relevante, como la riqueza cultural, histórica y medioambiental de nuestra comarca. Desde ayuntamientos como el de Campoo de Enmedio, llevan más de doce años reclamando visibilidad para este patrimonio. Pero entendemos que priorizar el dato hidrológico frente a siglos de historia, arte y biodiversidad es, sin duda, una decisión estratégica.
Confiemos en que en la próxima década tengamos la suerte de ver algún cartel que no solo nos diga dónde estamos, sino también quiénes somos y de dónde venimos.
Por José Luis Sardina