Conocí a Manuel Roba Crespo en la época que no se tenía que tener nombre, se mantuvo la relación hasta que ya se podía viajar y, en los últimos tiempos, el contacto fue esporádico.

Hablar de Reinosa era hablar de Roba y lo era en los más diversos escenarios sociales; todos le conocían.

Con Roba como referencia pude establecer conversación con personas de diferentes formas de pensar. En la fábrica donde trabajé con Luis Pozo Álvarez, Luis Estébanez, Julio Robles, José Manuel Díez Rábago... todos le conocían y no eran del Partido Comunista ninguno.

En la cárcel conocí a los que con él entraron: Melgosa, Platón, Maximiliano y otros que ya no recuerdo sus nombres. Una cita obligada también para Manuel González Morante y Manolo Platas (muchos ‘Manueles' desaparecidos ya).

Otros conocidos posteriores como Allende, Manuel Jesús, Fernando Fuentes (luchadores destacados) que, sin duda, han tenido a Manolo Roba como referencia.

Una característica personal de Roba era su seriedad y rigor para ‘los de dentro' y las buenas relaciones para los externos. Podría decirse que era un ortodoxo y heterodoxo a la vez.

Roba le cogió fobia a la cárcel (y quien no) y no quiso repetir la experiencia. Buscó la forma del exilio voluntario en París y allí también sirvió de referencia y recibió una ayuda muy estimada de otro ortodoxo como es Amalio Castanedo, que es un gran amigo de los amigos y emigrante triunfador de los 60.

Con todos los nombrados de diferentes pensamientos y escenarios se puede sacar la conclusión y remarcar que Manolo Roba fue, y será, una referencia para quienes le conocimos.

Manuel Roba Crespo es la referencia para comenzar una conversación sobre las grandes luchas de Reinosa y Reinosa ha perdido a su referencia principal sobre este periodo histórico. En abril de 2015 (39 años después de ser legales).

Manuel Roba Crespo falleció en Reinosa el 6 de abril a los 89 años de edad. Deja esposa y tres hijos.

Por Pedro Lobeto. Publicado en El Diario Montañés