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Actualidad | Campoo de Suso

"Ya nos íbamos a casa, pero quise hacer un último intento"

Imágenes del entorno donde la voluntaria de la búsqueda encontró a la joven.

La persona que encontró en Villacantid a la niña desaparecida ayer en Fontibre, ha explicado a Vive Campoo que “se encontraba bien, aunque con los pies mojados de haber cruzado el río”

"Nos retirábamos ya pero quise hacer un último intento. Habíamos quedado a las 8.30 horas de la mañana siguiente en Fontibre para retomar la búsqueda porque ya era la 1.30 de madrugada y poco podíamos hacer. Decidí volver a casa en coche por Barrio, despacio y con las ventanillas bajadas gritando ¡Coral, Coral! para ver si la encontraba; llegué a la iglesia de Villacantid, que estaba muy bien iluminada, la bordeé por un camino con la esperanza de que estuviera allí resguarda; apenas podía ver, di la vuelta por el cierre perimetral de madera de la iglesia sin bajarme, y al volver a la carretera general me la encontré en frente esperando de pie".

Así ha relatado a Vive Campoo la persona que encontró a Coral, la joven de 15 años que se perdió en la tarde de ayer en Fontibre, donde acudió de visita con sus padres al Nacimiento del Ebro, y cuya desaparición provocó la movilización inmediata de numerosos vecinos de la comarca que junto a voluntarios de Protección Civil, el 112 del Gobierno de Cantabria y Guardia Civil se afanaron en la búsqueda de la niña burgalesa.

"Fue como una aparición, nos abrazamos, la vi bien y la noté tranquila pero tenía los pies mojados de haber cruzado el río. Llamé a una voluntaria que participaba en la búsqueda para decirla que la había encontrado, nos montamos en el coche y quedamos con la Guardia Civil y Protección Civil en la plaza de Nestares. Desde allí fuimos al Hospital Tres Mares, donde se acercaron sus padres, y la hicieron un chequeo médico para comprobar que estaba bien y tan solo tenía unas décimas de fiebre", ha explicado a este medio, todavía con emoción, la vecina de Suano que la encontró en un último intento y que ha preferido mantener su identidad en el anonimato.

Colaboración ciudadana

Fueron seis horas de tensa búsqueda, con un desenlace feliz gracias a la fortuna y desde luego a la implicación, la perseverancia y la rápida actuación de numerosos voluntarios de la comarca y fuera de ella que se lanzaron inmediatamente a la calle para dar con el paradero de la joven, y a la gestión del 112 y Guardia Civil que movilizó a la zona numerosos medios entre técnicos, un helicóptero y varias patrullas procedentes hasta de Torrelavega, y que han hecho que el suceso de la tarde de ayer se quedara solo en un susto.

Según explicó a este medio el responsable de Protección Civil de Reinosa, Javier Martín, el dispositivo, coordinado por el 112 y la Guardia Civil, y que contó con la colaboración de una treintena de miembros de Protección Civil procedentes de las agrupaciones de Reinosa, Valderredible, Campoo de Yuso, Los Corrales de Buelna, San Felices de Buelna, Cartes o Corvera de Toranzo, se desarrolló con "gran rapidez", y una vez que los padres dieron el aviso de su desaparición sobre las 18.30 horas, que fue cuando la perdieron de vista en las proximidades del Nacimiento del Ebro, se estableció el protocolo y se pusieron manos a la obra a contrarreloj.

Hasta el turístico emplazamiento llegaron numerosos voluntarios y vecinos para contribuir en la medida de sus posibilidades en su búsqueda. Primero de manera extensiva en la zona, por pistas con todoterrenos para abarcar el mayor espacio posible en el menor tiempo, y luego con de manera intensiva, más minuciosa, y con un radio que se amplió a los 10 kilómetros.

Al principio, comenta Martín, en las zonas próximas al aparcamiento en el que desapareció la joven y luego con varias líneas de actuación: por la CA-183 en ambas direcciones, por los caminos que llevan a Argüeso, La Miña y Camino y también hacia Villacantid. Hubo vecinos que bajaron desde La Lomba por pistas, otros por Nestares, Reinosa, Matamorosa o Requejo.

Una desaparición que corrió como la pólvora a través de las redes sociales y a través de los mensajes de WhatsApp, y cuya respuesta desinteresada al caer la tarde fue inmediata, gracias a la colaboración de las personas que se unieron al protocolo en la búsqueda de Coral desde el atardecer hasta la una de la madrugada, momento en el que decidieron poner fin a la búsqueda para retomarla a la mañana siguiente.

"Recibí el mensaje de su desaparición cuando estaba trabajando y después de cerrar -la persona que la encontró regenta un negocio-, estuvimos buscando por Reinosa, pero al no encontrar ningún indicio nos acercamos a Fontibre y después de un buen rato nos dijeron que por hoy ya era suficiente y que se reactivaría el dispositivo a primera hora de la mañana". Aun así, varias personas no se dieron por vencidas y prosiguieron por su cuenta la búsqueda, como la voluntaria que encontró a Coral, que de camino a caso tuvo "un presentimiento" que la hizo buscar como "último intento" del día en el entorno de la iglesia de Villacantid, donde finalmente la halló.

Fiarse de las fuentes oficiales

No obstante, apunta Martín, que también manifestó su felicidad por el hallazgo de la joven, "hubo un momento de desinformación", sobre las 23 horas cuando llegaron rumores equivocados afirmando que ya la había encontrado "y lo único que hizo fue liarlo más", asegura el responsable de la agrupación de Protección Civil de Reinosa, que incide en la importancia de hacer caso a fuentes oficiales y fuerzas de seguridad para contrastar la información y no inducir a errores y situaciones desagradables como puede ser el abandono de la búsqueda al interpretar las personas como cierto un rumor.

Por su parte, el alcalde de Campoo de Suso, Pedro Luis Gutiérrez, también puso de su parte los medios municipales posibles para facilitar las labores; desde contactar con los alcaldes pedáneos de los pueblos que a su vez comunicaron la desaparición a los vecinos, repartir alimentos entre los voluntarios, facilitar en la Oficina de Turismo de Fontibre el espacio para que el 112 del Gobierno de Cantabria estableciese allí su puesto de mando avanzado u ofrecer un alojamiento en Espinilla para que los padres de la desaparecida pasaran las noche, y junto a los que volvió la niña de madrugada después de pasar por el Hospital.