Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso.
Puede obtener más información, en nuestra Política de Cookies.

Campurrianos | Reinosa

Volver a 'reinosear'

Asistentes a la primera reunión de la Peña Campurriana de Santander en 1957 en el restaurante Los Caracoles; Siro del Barrio junto a Diego de Celis, presidente de la Federación de Peñas; y una cena de los socios y en el centro Daniel Mediavilla.

Entrevista con Siro Del Barrio Gutiérrez, miembro de la Peña Campurriana de Santander, que concede mañana la ‘Pantortilla de Oro’ a Rulo y la ‘Flor de Nieve’ a la Federación de Peñas, en su LVIII edición

Siro del Barrio es un reinosano de pro y lo lleva a gala. Trabaja en la capital de Cantabria hace 40 años y lleva tres décadas dentro de la Peña Campurriana de Santander. Una asociación con más de medio siglo de historia, presidida hoy por José Luis Monreal, que se constituyó con el fin de mitigar esa distancia que separaba a los campurrianos de su tierra, y que les permitiera por lo menos estar acompañados de sus paisanos, de sus costumbres y aficiones y de las canciones campurrianas regadas por algún trago de vino. Desde 1967 entregan la Pantortilla de Oro y la Flor de Nieve, dos galardones que todo el que presume de Campoo, y que lo ha recibido, lo luce con orgullo.

Aun así, los tiempos han cambiado y la avanzada edad de sus miembros no favorece la regeneración de la peña, en una época en que las redes sociales "alejan más que acercan". Siro lo tiene claro, savia nueva para aportar ideas frescas a una agrupación campurriana, formada entre jóvenes y mayores, para volver a ‘reinosear' por Santander.


-¿Cuándo y cómo surge la Peña Campurriana de Santander?

- Surge de la iniciativa de una docena de personas de Reinosa que aman su pueblo y que trabajan en Santander, y debido al problema generado por la distancia y la dificultad para acudir con frecuencia a su tierra, deciden reunirse el 20 de enero de 1957 en el desaparecido restaurante Los Caracoles de Santander, para citarse habitualmente en la capital de Cantabria y allí -y en otros bares- charlar, jugar a las cartas, tomar vinos o cantar campurrianas. Hoy somos unas 15 personas las que activamente nos dedicamos a la peña y hay medio centenar de socios que también participan.

-¿Con qué criterio se le ha concedido este año la Pantortilla de Oro a Rulo y la Flor de Nieve a la Federación de Peñas?

- Nos hemos basado en el mismo criterio de siempre. La Pantortilla se la merece aquella persona que pasea el nombre de Reinosa con orgullo y que desarrolla una actividad para que esta ciudad sea visible y pueda ser un referente.

En cuanto a la Flor de Nieve, se aplica el mismo concepto pero está enfocada a colectivos o grupos de personas que desarrollan una labor beneficiosa para Reinosa y la comarca.
La concesión del premio para Raúl la teníamos en mente hace tiempo y, aunque tiene mucho margen por su trayectoria, nos pareció oportuno que fuese ahora, porque como nos comentó que se iba a tomar este año sabático pensamos que podría cuadrar mejor su agenda para estar presente en el acto. Además, me manifestó la ilusión que le ha hecho el galardón y consideramos muy positivo que la gente joven conozca la peña y se pueda integrar.

Por otra parte, hasta hace poco no teníamos constancia de que las peñas carroceras estuviesen constituidas como asociación, y en nuestros estatutos este premio se tiene que entregar a un colectivo constituido legalmente. Una vez fuimos conscientes de la creación de la Federación hemos querido reconocer su trabajo en eventos deportivos y especialmente por las Carrozas. Asimismo, hemos querido entregárselo este año porque con los problemas que han surgido en el último Desfile y la tendencia de los últimos años, veíamos que se moría un poco la tradición y con este premio queremos reconocer la gran labor que han desarrollado desde sus inicios las peñas carroceras. Al menos durante el acto tendrán un foro para expresar sus inquietudes y decir lo que piensan, con la intención también que desde las instituciones se les dé el apoyo que se merecen. Es justo por más de esos setenta años de Carrozas y también queremos que se sientan aludidas otras peñas como la Detroit, que nos ha servido de referencia durante sus 40 años de andadura.

-¿Qué asistencia prevén?

-Espero que nos acerquemos a los 200 comensales, creo que las peñas aportarán un buen número de gente joven, al igual que Rulo, y hay que añadir cerca de 150 personas que suelen ser habituales en este evento.

-¿Cómo están al corriente desde Santander de lo que ocurre día a día en Reinosa?

- A título personal tengo mucho contacto, pero sí es cierto que para los que ya tenemos una edad, nuestro conocimiento del día a día en Reinosa está circunscrito a ese grupo de personas que tienen una edad similar y es algo limitado. Mi trabajo me permite acudir hasta tres veces por semana a Reinosa y puedo ver lo que ocurre de primera mano, también consulto fuentes de información como este diario digital y las redes sociales. Uno de los deseos que tenemos desde la Peña Campurriana es que entre gente joven y que participen aportando ideas y una visión más fresca, porque en Reinosa habrá personas con menor edad que estén haciendo muy buenas cosas y nos somos conscientes. Tenemos la intención de abrirnos a más gente y de menor edad y tenemos nuestra parte de responsabilidad porque se nos están acabando las referencias.

-¿Qué medidas se están tomando para llevar a cabo esa regeneración?

-Queremos que haya más jóvenes y que cojan un poco las riendas para establecer un sistema organizativo un poco mejor y crear una base de datos con las personas de Reinosa y la comarca que residen en Santander. Esto nos permitiría establecer contacto con ellos, ver cuántos y cómo responden, y tratar de hacer una reunión para cambiar algunas de las bases de la peña que las personas que entren consideren oportunas.

Nos gustaría conseguir un grupo de gente que posibilite un mayor apoyo institucional y establecer un nexo de unión más fuerte entre Campoo y la capital de Cantabria. Y también encontrar un lugar en Santander para establecer nuestra sede y que allí, además de un punto de encuentro, se pueda crear un espacio expositivo tanto de artistas, como de artesanos o productores de diversa índole, que sean de la comarca, donde puedan presentar al público sus trabajos o creaciones. Pero para esto necesitamos más personas y continuar con el estímulo que tenemos; ver que lo que hacemos trasciende y tiene una importancia porque llega a los campurrianos.

Además, la sociedad está cambiando a gran velocidad y resulta paradójico que con la cantidad de redes sociales que hay en la actualidad, y que facilitan el contacto, las personas estemos más alejadas.

-¿Qué es ‘reinosear'?

-‘Reinosear' es querer a Reinosa y a sus gentes y sentirse orgulloso de ser de aquí. Vaya donde vaya digo que es el mejor sitio del mundo y lo digo convencido. Llevo 40 años en Santander y mi mundo sigue estando aquí; las personas con las que crecí, con las que estudié y jugué...y siguen siendo mi referencia.

-¿Cómo es la gente de Reinosa?

-Somos abiertos, con un grado de tolerancia mayor al de otras ciudades similares. Tal vez al ser el paso hacia la meseta la carretera haya dejado ese poso y no has hecho abrirnos a otras gentes. No sé si me equivoco o no pero lo llevo a gala.

-¿Se sigue ‘reinoseando' igual?

- No, ahora la vida es un poco diferente, antes había más contacto e incluso era más sencillo. Quedábamos para vernos con el motivo de jugar la partida, tomar unos vinos o ver al Naval y nos reuníamos para hablar de cualquier situación relativa a Reinosa. Eso se ha perdido bastante y ahora hay que centrarse en que a la gente más joven le parezca buena idea y quieran unirse a los de su pueblo en Santander.

-¿Cuál es su imagen favorita de Reinosa?
- Podría ser alguno de sus monumentos o la entrada de la ciudad, pero más que un edificio o un lugar, me quedo con mis gentes.