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Sociedad | Valdeprado del Río

Veintidós años en la selva peruana

Veintidós años en la selva peruana

El padre Zabala, en una foto de archivo tomada en Montesclaros, con varios alcaldes campurrianos

El padre Zabala visitará a sus compañeros de Montesclaros

El padre Zabala en visita por España, pasará unos días en el Monasterio de Montesclaros, en el municipio de Valdeprado del Río, para saludar y hablar con sus compañeros dominicos. El Monasterio de Montesclaros ha sido para el padre Pablo Zabala la casa de acogida para organizar nuevos viajes a la selva peruana.

De Perú llegó a Campoo el 28 de julio de 2001. En estos años el dominico fue el responsable de las obras del Santuario y párroco de varias localidades de Valdeprado. Durante este tiempo se restauraron las iglesias de San Andrés, Hormiguera, San Vitores, Reocín y Valdeprado. También en el Santuario se ejecutaron obras, como el arreglo del tejado, la iluminación del prebisterio, la mejora de seis habitaciones y la incorporación de baños a otras 15. Se ha dotado de ascensor a la hospedería, mejorado la cocina y el arreglo del tejado. El dominico se despidió de sus feligreses en marzo de 2008 para volver de nuevo a la selva.

El padre Zabala nació el 4 de marzo de 1947 en Oteiza de la Solana (villa de la Comunidad Foral de Navarra). El bachillerato lo estudió en Villaba, para continuar en León y el noviciado en Palencia, ordenándose sacerdote en Salamanca en el año 1971. Es licenciado en Biología por la Universidad de León.

Durante su estancia en el convento de la Virgen del Camino en León, creó junto con otros dominicos un museo de ciencias naturales. Para dotarle de animales un verano recorrieron algunas misiones de México, Guatemala, El Salvador y Perú, fue entonces, asegura Zabala, cuando conoció las verdaderas necesidades y no lo dudó un momento cuando solicitaron su presencia como misionero. Tras doce años en León, fue destinado a Perú en mayo de 1982. Desde ese año, hasta el 28 de junio de 2001 que llegó a Montesclaros, realizó su misión evangelizadora. Así, trabajo durante 15 años trabajó en la selva peruana, a los que hay que sumar los últimos siete, de momento.