Dos alumnas del ciclo formativo de grado superior de Guías, Información y Asistencia Turística se han basado en el municipio de Valderredible como ejemplo para desarrollar un proyecto consistente en la creación de un micropoducto turístico con el objetivo de poner el valor el "potencial" del valle.
Bajo el título ‘El valle metafísico', las estudiantes Mayte Barroso y Myriam Gómez han recogido algunas debilidades del municipio como son el despoblamiento, el envejecimiento o la pérdida de la actividad económica, y han centrado sus esfuerzos en destacar una serie de fortalezas como son "el rico patrimonio cultural y natural" así como "el interés" por revertir la situación actual, "percibiendo esas debilidades como algo bueno y transformarlas" para hacer atractivos conceptos vinculados con "el retorno a la esencia y al recogimiento", explicaron las alumnas. Para ello, en su trabajo se han remitido al rico patrimonio del valle, con especial atención al arte rupestre, tan singular y exclusivo del municipio más meridional de Cantabria como reclamo para realizar "un viaje a nuestro interior alejado de un turismo masivo".
Al acto de presentación, que ha tenido lugar en el salón de actos del IES Peñacastillo, han asistido el alcalde de Valderredible, Fernando Fernández; la directora del centro, Manuela Ceballos; el alcalde de El Astillero, Francisco Ortiz; la directora general de Formación Profesional y Educación Permanente, Luisa Carpio; el director del ODECA, Fernando Mier, y en representación de la Dirección General de Turismo, Mauri García. Asimismo, han estado acompañados por los productores agroalimentarios de Valderredible, entre ellos el concejal de Cultura, Javier García, y la edil de Festejos, María José Bardají, que fueron explicando sucesivamente su esfuerzo en el campo para conseguir productos de calidad como las patas, miel, queso, carne, sidra e incluso vino.
Durante su intervención, el alcalde de Valderredible, Fernando Fernandez, empezó situando en el mapa al municipio más extenso de Cantabria, surcado por el Ebro que le da nombre, y ubicado "a las faldas de Peña Maya y Monte Bernorio, símbolos de la resistencia cántabra frente a los romanos".
Fernández articuló su discurso en tres ejes fundamentales: "la naturaleza, su buena gente y su arte rupestre". Entre otros atractivos, destacó el sendero de Gran Recorrido-99 que discurre paralelo al río más largo de España y la futura vía ferrata que se construirá próxima a la cascada de El Tobazo en Villaescusa de Ebro; el Monte Hijedo "que será declarado Parque Natural junto al conjunto del monte de Bustillo, un espacio natural de mil hectáreas de robles, hayas, abetos y acebos espectacular"; también se remitió al carácter de los vallucos, a quienes definió como "gente buena y trabajadora, y prueba de ellos son los productores que hoy tenemos aquí", en referencia a los asistentes que donaron sus productos para la degustación de alimentos. Además, y como "uno de los mayores atractivos que hay ahora en Valderredible", reivindicó la historia y cultura de esta zona "donde surgieron los primeros balbuceos del castellano" -citando al profesor Gregory Kaplan- y destacó la importancia de los eremitorios rupestres como "algo que no tienen el resto de municipios de Cantabria ni de Europa", a la vez que calificó como "joya del románico" a la Colegiata de San Martín de Elines, una de las cuatro que hay en Cantabria.
Aun así, y en sintonía con el proyecto presentado por las dos alumnas del IES Peñacastillo, Fernández reconoció principalmente dos problemas en el municipio. "Uno más difícil de solucionar" a causa del despoblamiento y el envejecimiento plasmado en "una pirámide de población totalmente invertida", y el otro, que "Valderredible sigue siendo un desconocido, pero gracias a iniciativas como esta del IES Peñacastillo seguro que los encantos de nuestro valle se harán mas visibles".
Un municipio con "potencial"
Por su parte, la directora del centro Manuela Ceballos, recordó el sentido del acto y felicitó a la alumnas y profesores por "crear un microproducto turístico que demostrará el potencial de Valderredible", a la vez que agradeció al Consistorio valluco, a la Cámara de Comercio y a Sodercan su implicación con las alumnos del centro.
Asimismo, la directora general de Formación Profesional y Educación Permanente, Luisa Carpio, subrayó la "satisfacción porque estas iniciativas tengan éxito" e hizo hincapié en la labor de las alumnas, los profesores y la directora para sacar la idea adelante, y en la "sensibilidad" de Fernando Fernández "por acogerlo".
Ya en su turno, el director de la Oficina de Calidad Alimentaria de Cantabria (ODECA), Fernando Mier, apeló a la necesidad de "sentirse orgullosos de lo nuestro", y se remitió a las nueve denominaciones regionales que hay en Cantabria como una cifra superior incluso a la del conjunto de algunos países. Asimismo, aseguró que en la región se trabaja "en calidad, no en cantidad" y felicitó a los productores locales porque, a su juicio, "son los que afianzan población" en estos municipios.
‘Patatas rupestres'
Al término de las intervenciones, profesores y alumnos de la Escuela de Hostelería y Turismo del centro presentaron una serie de originales y suculentas recetas elaboradas con los alimentos que les obsequiaron los productores vallucos y en las que aunaron dos conceptos muy característicos de Valderredible: patatas y arte rupestre.
Para ello, ofrecieron una degustación de una original creación consistente en varias patatas cortadas por la mitad, vaciadas, como si se tratara de un "sarcófago" de los tantos que atesora el municipio, y su interior lo rellenaron con productos de Cantabria, cada plato según el criterio de cada cocinero, y con un resultado novedoso, sabroso y asequible para comercializar.
