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La vistas atrás | Campoo de Enmedio

La última reforma de calado del puente de Matamorosa se remonta a 1995

  • Para dar solidez a la estructura se instalaron 1.600 grapas y se inyectaron 30 toneladas de cemento

  • El puente dejó de tener uso peatonal en septiembre de 2017, con la construcción de una pasarela exclusivamente para viandantes

Ya han pasado 30 años de la última reforma de calado del puente de Matamorosa. Fue el Ministerio de Obras Públicas y Transportes el encargado de financiar esta obra que comenzó con la limpieza de la piedra, mediante chorro de arena, rejunteado e inyectado de cemento, para devolver al puente la solidez perdida, para lo cual se emplearon alrededor de 30 toneladas de cemento. Además, durante los cuatro meses que duró la actuación se colocaron entre las piedras más desunidas unas 1.600 grapas de hierro, con tornillos embutidos en la piedra, con el objetivo de corregir y evitar mayores separaciones. Por último, se instalaron los correspondientes drenajes de las bóvedas.

El puente de Matamorosa sobre el que se volvería a actuar más tarde para instalar una barandilla de acero, en ambos lados, y para sustituir los quitamiedos en ambas entradas, así como para sustituir la capa de rodadura, es una obra de ingeniería con más de 270 años y forma parte del Camino Real (siglo XVIII) que unía Reinosa con Santander y que abría así el paso desde la Meseta a la costa. El puente, construido en sillería arenisca, ya fue reformado a mediados del siglo XIX y en 1958, antes de la actuación de 1995.

La determinación de los primeros monarcas borbones, Felipe V y Fernando VI, y el trabajo incondicional del ministro de Hacienda, Marqués de la Ensenada, hicieron posible, entre 1749 y 1753, la construcción de esta vía. El puente de Matamorosa se convertía de esta manera, en el kilómetro 0 de este nuevo vial y permitía el paso comercial hacia Santander potenciando los flujos que hasta entonces se habían desviado hacia Bilbao, mejor comunicado que el puerto de la capital cántabra.

Por un trazado muy similar al de la actual N-611, el Camino Real partía desde Matamorosa para atravesar Reinosa en dirección a Cañeda y Lantueno, donde cruzaba el río Besaya hacia Santiurde y Ventorrillo de Pesquera, para continuar por un trazado por encima del vial actual de las Hoces de Bárcena de Pie de Concha, hasta llegar finalmente a Santander.

El puente tiene una longitud de unos 100 metros de longitud y está formado por seis bóvedas de cañón y sus correspondientes vanos, aunque originariamente serían ocho y dos arquillos, elementos parcialmente visibles o tapados por las zonas de parque y la carretera. El punto más alto se sitúa en el centro, imitando el típico "lomo de asno", convirtiéndose en un referente de la imagen de Matamorosa.

Pasarela peatonal

El puente dejó de tener uso peatonal al inaugurarse, en 2017, una nueva pasarela destinada exclusivamente para viandantes. Esta pasarela permite a los cviandantes desplazarse de manera segura. Antes de la inauguración de la pasarela, la Consejería de Obras Públicas del Gobierno regional fresó y pavimentó el puente con una inversión de 60.000 euros.

La pasarela peatonal construida sobre el río Hijar, con una inversión cercana a los 400.000 euros, recibe el nombre de "Las Asociaciones" en homenaje a las 25 asociaciones del municipio y entró en servicio hace ocho años. 

Las obras consistieron en la ejecución de una pasarela de 63,60 metros de luz, salvando el cauce del río, con un ancho libre de paso de 1,50 metros y total de 2,30 metros, con un funcionamiento estructural similar al de los conocidos como puentes tibetanos, gracias a su configuración mediante la tecnología de banda tensada, siendo la quinta pasarela de este tipo que entonces existía en España.

El tablero esta realizado mediante dovelas de hormigón prefabricado, pretensado mediante cables, consiguiendo de este modo una gran esbeltez y gran eficiencia en el planteamiento estructural del conjunto. Las dovelas sirven de soporte al acabado transitable, formado por un solado de tarima de WPC, apoyado sobre perfiles metálicos.

La barandilla se completa con una malla metálica soportada por un cable de acero tensado de 12 milímetros de diámetro, que sirve de elemento de protección frente a las caídas de los usuarios. La pasarela dispone de una iluminación de balizamento en el suelo, además de iluminación aérea proporcionada por las farolas del entorno.

Ampliación del puente

El Equipo de Gobierno de Campoo de Enmedio, que requiere de la colaboración de la Consejería de Obras Públicas, trabaja desde hace varias legislaturas en el proyecto de ampliación de la plataforma del puente, lo que permitiría cruzarse a dos vehículos a lo largo del vial. Según han explicado desde el Consistorio en varias ocasiones, la estructura carece de la capacidad suficiente para soportar el enorme tonelaje que discurre a diario, dándose además la circunstancia de que es la única vía de acceso para las fábricas y supermercados situados en el municipio vecino de Reinosa. Esto, junto con las continuas molestias que su estrechez causa al tráfico de vehículos, fueron los principales motivos para reivindicar su ampliación y para encargar ya en 2021 la elaboración de un estudio geotécnico consistente en dos sondeos por el sistema de rotación con extracción continua de testigo en gravas, bolos, rellenos o escolleras para una profundidad de 20 metros, así como otros dos sondeos, también por el sistema de rotación, con extracción de testigo en roca para profundidades de hasta 17 metros. Estos sondeos se complementaron con la realización de dos calicatas en el tablero del puente, coincidiendo con la pilastra.

El actual consejero de Obras Públicas, el popular Roberto Media, se ha comprometido públicamente en varias ocasiones con esta obra, sin que de momento haya trascendido ninguna hoja de ruta.