El director Norberto García, miembro de ADIESCAN, alerta sobre numerosos casos "hasta ahora tan poco frecuentes como ansiedad, estrés, bulimias y anorexias nerviosas, así como comportamientos autolesivos e incluso tendencia al suicidio"
La Asociación de Directores y Directoras de Educación Secundaria de Cantabria solicita ayuda a la Consejería de Sanidad ante el aumento de casos
La Asociación de Directores y Directoras de Educación Secundaria de Cantabria (ADIESCAN) emitió a finales de enero un comunicado en el alertaba sobre la preocupante situación ante el incremento de los trastornos de salud mental del alumnado, y mediante el que pedía ayuda a la Consejería de Educación para hacer frente al problema.
El director del IES Montesclaros de Reinosa, Norberto García, es miembro de la junta directiva de ADIESCAN, y asegura que en los centros educativos de Cantabria "han crecido de una manera muy preocupante los casos de alumnos con trastornos mentales en cuestiones hasta ahora, tan poco frecuentes, como ansiedad, estrés, bulimias y anorexias nerviosas, así como comportamientos autolesivos e incluso tendencia al suicidio".
Para ello, han reclamado ayuda a la Consejería de Educación y sostiene que "hay que frenarlo y afrontarlo de manera de manera rápida porque no son problemas académicos, que son más o menos solventables, sino psicológicos y psiquiátricos y las familias están muy preocupadas".
COMUNICADO DE ADIESCAN:
LA ASOCIACIÓN DE DIRECTORES (ADIESCAN), PIDE AYUDA A LA CONSEJERÍA ANTE EL INCREMENTO DE LOS TRASTORNOS DE LA SALUD MENTAL DEL ALUMNADO.
Llevamos ya más de dos años afrontando una situación muy convulsa, que afecta sobremanera a nuestros centros educativos. En este contexto, entre los estragos que la pandemia está causando, están, no solo los que afectan a nuestra salud física, sino también los que están afectando a la salud mental. Y es precisamente la salud mental y emocional de nuestros alumnos y alumnas, la que nos tiene muy preocupados. Nunca habíamos tenido tantos casos de trastornos mentales de los adolescentes y sería difícilmente justificable demorar su adecuado tratamiento.
El gran problema con el que nos encontramos en los centros educativos, para hacer frente a esta situación, es la carencia de recursos y de formación específica para atender todas estas necesidades que, si bien han existido siempre, ahora con la pandemia se han incrementado notablemente, afectando de manera especial al funcionamiento de los departamentos de orientación que, en estos difíciles momentos y con las carencias anteriormente señaladas, se encuentran desbordados en la mayoría de los casos.
Por este motivo, son ya muchas las Comunidades Autónomas que están tomando medidas al respecto y, por ello, han comenzado a elaborar protocolos para la prevención de daños físicos autoinfligidos y conductas autolíticas, urgidos por la sensación de desprotección y faltas de herramientas de los docentes para hacer frente a todas estas conductas consideradas por los profesionales como de alto riesgo. Es preciso alejar de nuestras mentes la idea, tan generalizada como equivocada, de que tanto las chicas como los chicos tienen esas conductas para llamar la atención. Las anécdotas no deben confundirnos y alejarnos de la realidad.
En este tiempo tan complejo en que vivimos, muchos adolescentes se encuentran inmersos en una alteración emocional importante y necesitan la ayuda de un profesional.
Por ello, desde la Asociación de Directores y Directoras de Educación Secundaria de Cantabria (ADIESCAN), pedimos a la Consejería de Educación que atienda los llamamientos que en este sentido se viene haciendo y dote a los centros de la figura del Psicólogo escolar y, en cualquier caso, que aumente la dotación del servicio de Orientación para dar la mejor respuesta posible a esta problemática latente y mejorar la atención psicológica en nuestros centros educativos.