Más de un centenar de personas, según los convocantes, se concentró ayer frente a la entrada del Lidl ubicado en Santander, en la calle Primero de Mayo, para exigir a la empresa "un convenio justo" para los 140 trabajadores de estos supermercados que han visto cómo sus condiciones laborales han empeorado tras la entrada en vigor en febrero del nuevo convenio de empresa estatal y dejar de regirse bajo el convenio de detallistas de alimentación propio de los supermercados.
El presidente del comité de empresa, Carlos Fernández, ha insistido en que las principales reivindicaciones que se les están exigiendo a la empresa es "basarse en la normativa regional sobre apertura dominical", es decir, no tener que abrir obligatoriamente todos los domingos del año, y mantener el plus por antigüedad, sin "sufrir una congelación" de esta remuneración.
Además, ha informado que volverán a concentrarse el próximo jueves, 2 de junio, frente al Lidl ubicado en el polígono industrial Los Ochos de Torrelavega, para que la empresa "vea que los trabajadores no estamos dispuestos a ceder en estas cuestiones prioritarias para nosotros" y ha adelantado que, si no se llega a un acuerdo el próximo viernes en el en el Organismo de Resolución Extrajudicial de Conflictos Laborales (ORECLA), continuarán las protestas.
Fernández ha agradecido el apoyo que ha recibido el comité de empresa cántabro de otros comités de empresa del Lidl de otros puntos del país, así como de otras empresas del sector.
