"Nos llamaron por teléfono para decirnos que si sabíamos que había un concurso para premiar a la mejor tortilla de Cantabria, y ahí que fuimos". A David Ruisánchez, propietario del Mesón Cantabria, no le tembló la mano para aceptar el reto y meterse en la cocina para preparar una tortilla digna de campeonato. Una de las cocineras, Rebeca Cuevas, le sugirió añadirla champiñones, bacón y alioli, y desde entonces la guardan un lugar presidencial en la barra de pinchos del bar.
El Mesón Cantabria es el único bar de Campoo que concurre a esta primera edición del Concurso de Tortilla de Cantabria, organizado por la Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria (AEHC), en el que participan 32 establecimientos de la región, y que contará con tres categorías de premio: Tortilla tradicional (con 13 preparaciones presentadas al Concurso); Tortilla Con (23) y Tortilla Creativa, en la que se han inscrito siete variedades.
Mañana domingo, 26 de octubre, el jurado deja de visitar los locales para centrarse en las deliberaciones. David lo tiene claro, "esperemos que guste, pero está claro que hacer una tortilla lleva tiempo". Y es que las patatas de las tortillas de este hostelero campurriano se fríen durante cincuenta minutos antes de mezclarlas con el huevo. La receta exacta nunca se confiesa, y decir que los huevos y las patatas deben ser de buena calidad, se puede obviar.
El Concurso está organizado por la Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria, junto con El Diario Montañés Multimedia, y cuenta con la colaboración de la Dirección General de Turismo del Gobierno de Cantabria y la granja de huevos ecológicos Anero.
Pero al margen del resultado tan subjetivo para determinar que tortilla es la mejor, en el Mesón Cantabria los fogones no descansan.
La mayoría se cocinan bajo encargo, pero a diario hay una variedad de tortillas elaboradas con jamón y queso, jijas, jamón con alioli, jamón con champiñones, gulas y alioli, bonito con tomate o mayonesa, de queso azul, bocas de mar, morcilla o pimientos. Todo en función de la demanda. Una media de veinte tortillas diarias, con el reto de superar las 47 que vendieron en un día. Unas credenciales que les han animado para sacar pecho y decir que su tortilla está entre las mejores de Cantabria.
