El Teatro principal de Reinosa, emblema histórico y cultural de la ciudad, reabrirá sus puertas y recuperará su agenda este domingo, tras la rehabilitación integral acometida por el Ayuntamiento y que ha contado con un presupuesto de 486.000 euros. La inauguración de este edificio se remonta a 1893, siendo objeto de una primera reforma hace 33 años.
Será este próximo domingo, día 15 de septiembre, cuando las puertas del Teatro Principal se vuelvan a abrir para celebrar el Festival Folclórico de las Fiestas de San Mateo, poniendo así punto y final a una reforma integral, que se desarrollado durante más de un año y que ha afectado tanto al exterior como al interior de este epicentro de la cultura campurriana.
"El Teatro Principal es un edificio altamente valorado por los vecinos de Reinosa que, junto con La Casona, acoge gran parte de la actividad cultural municipal, para el disfrute de la población de la ciudad y de toda la comarca, ya que es el único edificio de estas características existente en el sur de Cantabria. Aunque desde su reinaguración en 1991, se han realizado algunos trabajos de mantenimiento, se hacía necesario abordar una serie de inversiones que subsanaran los problemas que estaba sufriendo a consecuencia del paso del tiempo", explica a Vive Campoo el alcalde de la ciudad, José Luis López Vielba.
Además, la actuación ha permitido incorporar nuevas tecnologías aplicadas a la iluminación y sonorización, "lo que mejorará la calidad artística de los espectáculos y la experiencia de los espectadores". Para ello, explica López, "se han sustituido los focos de iluminación artística por iluminación LED; se ha amplificado el sonido y actualizado el sistema de poleas y cordaje de la zona de iluminación y tramoya".
Del mismo modo se ha trabajado en la adaptación del inmueble a la nueva normativa con la eliminación de barreras arquitectónicas. En este sentido se ha instalado un ascensor con tres paradas. La primera, en la planta de acceso, junto a la escalera principal, con paso directo desde el soportal; la segunda en la planta principal y la tercera en la planta de anfiteatro. También se han transformado los dos aseos de la planta principal para adaptarse a la normativa de accesibilidad. Otra de las actuaciones se ha centrado en la eliminación del foso de orquesta para despejar el espacio de paso en el patio de butacas junto al escenario; de esta forma indica el alcalde de la ciudad, "se mejora la visión del escenario desde los laterales del anfiteatro y, así se ha podido habilitar un nuevo espacio para la cabina del sonido".
"Podemos decir que disponemos de un Teatro Principal con los problemas constructivos resueltos, tecnológicamente modernizado, más seguro para trabajadores y artistas y accesible, en cuanto a barreras arquitectónicas se refiere", manifiesta López.
"Sin duda, todas las actuaciones eran muy necesarias y oportunas, aunque creo, señala el alcalde, que podemos destacar el hecho de haber convertido al Teatro Principal en un espacio inclusivo en el que cualquier espectador o artista puede acceder a los espacios de uso y disfrute de este edificio del que tan orgullosos nos sentimos".
"Las obras se han demorado en el tiempo", reconoce el propio concejal de Cultura y supervisor concienzudo de llevar a buen término esta remodelación, José María Martínez, quien explica que el retraso más significativo ha sido el mal estado de la estructura exterior, "lo que complicó los trabajos". "Hay deficiencias que se ven después que comienzas las obras, como las fachadas sobre la cubierta, de la caja escénica, de un pié de ladrillo perforado, que carecían de aislamiento térmico y se ha tenido de proyectar un aislamiento integral".
El paso del tiempo unido a la exposición a la adversa climatología de la ciudad, habían originado una serie de "patologías" en la cubierta principal del Teatro reinosano que afectaban "al cordón de agua que conforma la cumbrera, al lucernario a dos aguas situado sobre el vestíbulo principal y a los revestimientos de las chimeneas de ventilación". La pintura plástica existente se ha revelado como "no compatible" con el muro de mampostería, lo que ha propiciado que, en algunas zonas, se hayan producido desprendimientos de pintura y parte del revestimiento del zócalo. A ello se unen los efectos del frío extremo en invierno y el sol del verano, lo que precisa, también, trabajos de mantenimiento en el exterior. "Pero después de subsanar un número elevado de escollos, la luminosidad actual del edificio es palpable", explica Martínez.
El trabajo en el interior del edificio no ha sido pequeño. Los espacios destinados a camerinos requerían una actuación de conservación y mantenimiento, sin olvidar, el patio de butacas y en la platea. "En estos espacios, apunta Martínez, con motivo de la implantación del sistema de calefacción por suelo radiante, se sustituyó el solado existente de parqué de corcho por otro de similares características, pero se mantuvo en los palcos y en el anfiteatro. Este solado se encontraba muy deteriorado, luego también ha sido sustituido. "Sin ninguna duda la rehabilitación ejecutada dota a este espacio cultural de una mejor accesibilidad y calidad escénica".
"El aforo volverá a ser de 350 localidades, con butacas más cómodas, con espacios más amplios y con palcos adaptados de manera que los espectadores con movilidad reducida puedan disfrutar al igual que el resto de personas de un espectáculo sin limitación ninguna", sostiene el responsable de Cultura.
Un edificio con historia
El inmueble fue construido por el Ayuntamiento de Reinosa mediante la emisión de obligaciones para poder financiarlo. Su inauguración tuvo lugar en septiembre de 1893 y a partir de ese momento se contrató su explotación a una empresa privada y se establecieron temporadas fijas anuales como la que se hacía coincidir con San Mateo, momento en el que siempre se programaba una zarzuela, muy esperada por la sociedad de la época.
Otra fecha histórica fue la del 7 de septiembre de 1991. Ese día y tras varios años de obras concluía la rehabilitación financiada, con 150 millones de las antiguas pesetas, por el Ministerio de Cultura, el Gobierno de Cantabria y el Ayuntamiento de Reinosa.