Muchos son los deportistas que han pasado gran parte de su juventud nadando en las piscinas cubiertas de Reinosa y que han formado parte de la Agrupación Deportiva Campurriana de Natación, y bajo la premisa de que los más pequeños practiquen este deporte tan beneficioso para la salud, "ideal para su desarrollo y fomentar la convivencia, el respeto, el esfuerzo y la superación", dos de sus responsables, Bernardo González Longo ‘Nardi' y Lidia Fernández Fernández, decidieron impulsar la Escuela de Natación que hoy cuenta con más de medio centenar de alumnos y alumnas.
Aquí, además de inculcar esos valores tan beneficios para los jóvenes, se pretende un objetivo doble: forjar cantera, y los niños y niñas aprenden las distintas técnicas de los estilos de natación y se van introduciendo paulatinamente en la competición (a través de los Juegos Escolares que organizan la Federación de Natación y la Consejería de Deportes), antes de dar el salto definitivo al equipo de competición.
Para ello, también se requiere dedicación y constancia por que entrenan dos días por semana desde octubre hasta mayo, divididos en dos grupos y una hora por sesión.El cupo femenino en la Escuela de Natación supera ampliamente al masculino y representan el 65 por ciento. Las edades que abarcan, apuntan los dos entrenadores, son más amplias de lo habitual "al tener la comarca poca población" y "lo ideal es que con 7 u 8 años, al terminar los cursillos avanzados que les imparten en la piscina, pasen a la Escuela", pero también admiten a nadadores de mayor edad a los que preparan para que puedan pasar en un futuro al equipo.
"Queremos contar con algún grupo más y disponer de más horarios, días y unas 10 plazas de cara a poder participar en las competiciones escolares", desean desde la Escuela, y por lo menos "tener alguna hora con una tercera calle y tener unas 10 plazas nuevas de cara a participar en las competiciones escolares, pero por supuesto somos conscientes que tenemos que compartir la piscina con cursillos y usuarios que van a nadar". De momento, y con el propósito de ampliar plantilla, recursos y vocaciones, despiden este mes la temporada de entrenamientos en la piscina cubierta para seguir dando brazadas y no tener techo, al menos durante el verano.