Los sindicatos y la dirección de Cementos Portland Valderrivas alcanzaron el pasado miércoles un preacuerdo, tras casi un mes de negociación desde que a mediados de junio la empresa, una compañía del grupo FCC y que es propietaria de Cementos Alfa, presentara dos ERE para 545 trabajadores, el 42,5% de los 1.280 empleados que la empresa tiene actualmente en España. En Cantabria, estos ERE afectarían a 17 empleados, seis de ellos de la planta de Cementos Alfa de Mataporquera (Valdeoela), mientras que el resto trabajaría en diferentes canteras de la región y en las oficinas de Santander.
Según ha podido saber Vive Campoo, el preacuerdo, que se desgranará en los próximos días y que tendrá que ser ratificado por los trabajadores, recoge acuerdos en temas económicos y una reducción del número de trabajadores afectados. Se ha pasado de 227 empleados afectados a 166, aunque todavía no se ha concretado los centros. Además, se ha abierto la puerta para que todos aquellos trabajadores que no estuvieran afectados y quisieran salir de la empresa, especialmente los que se encuentran cerca de la jubilación, puedan hacerlo en unas condiciones más favorables.
Otro ERE
En paralelo con el anterior ERE, centrado en el personal administrativo de la empresa, tanto de las oficinas centrales, como de las correspondientes a las distintas fábricas de cementos, la empresa presentó hace un mes otro para 318 trabajadores de los negocios de áridos, hormigón, mortero y transporte. Este medida supondría además el cierre de plantas de este tipo de productos "que no produzcan un margen de explotación positivo o no se consideren estratégicas para el grupo", según indicó entonces la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Este último ERE deberá iniciar ahora, al igual que ha ocurrido con el anterior, el preceptivo mes de negociación con los sindicatos, en el que el número de afectados podría variar.
Cementos Portland ha planteado estos dos nuevos ajustes en el marco del nuevo Plan NewVal que la compañía presentó a comienzos de este año, una nueva versión renovada del plan de reestructuración y ajuste que puso en marcha el pasado año para afrontar el desplome que registra el mercado de cemento.
