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Opinión

"Siempre unidas, nunca insolidarias"

Artículo de opinión de la coordinadora de Izquierda Unida de Campoo, María Jesús Gutiérrez Balbás, con motivo del 8M

Se trata el Día de la Mujer Trabajadora de una jornada muy especial; de esta manera, su celebración es sumamente importante para el Movimiento Feminista, y por ello, para Izquierda Unida. Así pues, nuestra organización apoyará y colaborará en cuantos actos se realicen, codo con codo con las entidades impulsoras, desde las asociaciones feministas a los sindicatos de clase CCOO y UGT.

Porque este año volverá a ser éste un evento con carácter progresista, toda vez que es esencial acabar con la (in)cultura del patriarcado y con el objetivo de instaurar en España una sociedad más justa e igualitaria, exigiendo la puesta en práctica de leyes que defiendan realmente los intereses de trabajadoras y trabajadores, dotando de los mismos derechos a ellos y ellas lo cual se traducirá en un cambio radical en la comunidad actual.

De acuerdo con ello, se hace preciso acabar (ya), con la patética situación laboral de nuestra comarca, y de Cantabria, puesto que, en el ya de por sí desolador panorama de desempleo regional, hay, para mayor oprobio, 2.000 paradas más que parados. Y en Campoo, si no fuera por las fábricas de galletas de Aguilar, el paro, sobre manera el femenino, arrojaría cifras escalofriantes e intolerables. Para mayor (des)vergüenza nacional, en el conjunto del Estado, los salarios femeninos siguen siendo un 25% menores que los masculinos. Y, ¡pasmense!, en pleno siglo XXI hay todavía en este país cerca de 3 millones de mujeres que realizan trabajos no remunerados, y/o no cotizan a la Seguridad Social.

Lo anteriormente expuesto explica por sí solo por qué Izquierda Unida viene exigiendo otras políticas radicalmente distintas, que resulten ser así efectivamente progresistas, que defiendan lo público, que ofrezcan igualdad de oportunidades ... Conviene recordar en este punto que hay ahora en nuestra nación un Gobierno progresista (al menos en una parte de él, porque los verdaderamente izquierdistas están en lamentable inferioridad numérica), lo cual ha propiciado, ¡qué casualidad!, que una mujer, Yolanda Díaz, haya sido la gran artífice de logros inauditos en España, tales como el descenso del desempleo, la subida de las pensiones, de los salarios de los funcionarios, del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) así como la mejora en otras prestaciones sociales.

En este contexto, esta primavera se celebrarán elecciones autonómicas y municipales, en las cuales habremos de elegir entre libertad o restricciones. Así, la Democracia que tanto nos costó alcanzar le dará al pueblo la oportunidad de votar en favor de quienes estamos absolutamente vinculados con la justicia social, con el progreso, con la vida en libertad y con derechos, quienes siempre hemos luchado contra las desigualdades, contra el capitalismo salvaje que nos explota como mano de obra precaria, que está a favor del feminismo oponiéndose frontalmente a la violencia capitalista-machista. O elegir a quienes representan al capital especulador, a la derecha postfranquista que favorece a los que nos tiranizan, con paro, como mano de obra precaria, que fomentan la desigualdad económica, al patriarcado que nos oprime con su violencia sexual.

Las mujeres trabajadoras sabemos (desgraciadamente) mejor que nadie que es preciso detener las políticas neoliberales de las derechas y de los gobiernos bipartidistas y, paralelamente, que tenemos que acabar con el avance de la extrema derecha. Con este panorama, nuestras reivindicaciones en las manifestaciones de los últimos años en el Día de la Mujer Trabajadora siguen teniendo plena vigencia. Así hemos coreado, y hay que seguir haciéndolo, nuestras consignas: PATRIARCADO Y CAPITAL: ALIANZA CRIMINAL. Por eso, las celebraciones del 8 M continúan siendo de enorme importancia. Porque, sustentándonos en los principios de la izquierda real, el nuestro debe ser un movimiento feminista unitario.

Debemos recordar las mujeres trabajadoras, y ponerlo de manifiesto, que nosotras hemos sido siempre vanguardia en la izquierda, que somos quienes tenemos una mayor capacidad de organización, de trabajo, de lucha. Así es que nosotras, las de sexo femenino, sabemos muy bien que, para que el futuro sea igualitario, tenemos que conquistar el presente. Solo así alcanzaremos un porvenir justo, libre, feminista.

Decía Rosa Luxemburgo (pionera del feminismo y comunista): "Por un mundo donde seamos realmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres".