Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso.
Puede obtener más información, en nuestra Política de Cookies.

Actualidad | Campoo

Ciento sesenta años de historia ferroviaria

Fotografías del puente sobre el río Híjar en Matamorosa, del viaducto de Celada y de Don Sandalio de Orbieta, primer jefe de estación de Reinosa. || Fondo: Patrimonio Nacional

El 28 de marzo de 1857 tuvo lugar la inauguración del tramo Alar del Rey-Reinosa, 50 kilómetros en los que se levantaron 142 obras de fábrica como el viaducto de Celada o el puente sobre el Híjar en Matamorosa

Este próximo martes, día 28 marzo, se cumple el 160 aniversario de la inauguración del tramo ferroviario entre Alar del Rey y Reinosa la línea de ferrocarril (1857). La idea de construir una línea de ferrocarril que enlazara Madrid y Santander surgió en el año 1845. Entonces, el Canal de Castilla era la principal vía de comunicación entre las zonas de producción castellanas y la costa. Hasta Alar del Rey llegaban trigos y harinas que se acumulaban a la espera de ser transportados por carretas y recuas de mulas hasta el puerto de Santander. Llegar desde Alar hasta la costa suponía un coste económico cada vez más elevado y considerables dificultades por los malos caminos, lo que originaba importantes retrasos.

La Compañía del Canal de Castilla buscaba una forma de hacer llegar al puerto de Santander sus productos con más rapidez y seguridad. La primera idea barajada fue la de prolongar el Canal de Castilla hasta la costa, aprovechando el cauce del río Besaya, pero el desnivel existente entre Alar y Reinosa, y el poco caudal que el río proporcionaba, hicieron que se desistiera de este proyecto. Surgió entonces la idea de hacer el enlace por ferrocarril, de modo que ya el 16 de abril de 1845, una Real Orden, autoriza al marqués de Remisa, (empresario del Canal de Castilla) a construir un ferrocarril entre Alar del Rey y Santander.

Los trabajos se encargaron al ingeniero de Caminos Juan Rafo que redactó el proyecto incluyendo la construcción de varios planos inclinados para salvar los mayores desniveles, como era habitual en los proyectos de ingeniería ferroviaria de aquella década.
La Empresa del Ferrocarril de Isabel Segunda de Alar de Rey a Santander, se convierte el 19 de diciembre de 1851 en la concesionaria del ferrocarril. Sin embargo, la compañía no se constituye formalmente hasta el 22 de abril de 1855, cuando ya estaban en marcha los primeros trabajos de construcción.

Después de varios cambios definitivamente triunfó el proyecto inicial y el ferrocarril discurrió de Alar a Reinosa, Torrelavega y siguiendo por Renedo y Guarnizo hasta Santander. Para entonces el proyecto de Rafo, había sido modificado sustancialmente por un ingeniero inglés, Alfred S.Gee que eliminó los planos inclinados y restituyó el ancho ibérico inicial que durante algún tiempo y sólo sobre el papel fue europeo.

Las obras se iniciaron oficialmente en Santander el 3 de mayo de 1852, y colocó la primera piedra el Rey consorte Francisco de Asís, probablemente en lo que hoy ocupa el depósito de máquinas de Cajo, Con la primera piedra depositaron en la arqueta, monedas de oro acuñadas aquél año, un ejemplar de la constitución y varios documentos relativos a la empresa.

La longitud total de la línea Alar-Santander tenía 130 kilómetros, y se realizó en varias secciones, siendo la primera, Alar-Reinosa de 50 kilómetros con 142 obras de fábrica en la que destaca el famoso viaducto de Celada, de 20 metros de altura y diez arcos de 10 metros de luz cada uno. El primer tramo de esta sección de 30 kilómetros se abrió al tráfico el 24 de marzo de 1857, aunque la inauguración del tramo Alar-Reinosa tuvo lugar el 28 de marzo.

La línea Alar-Santander, tardó 14 años, de 1852 a 1866, en ser construida completamente, si bien ya el día 22 de octubre de 1858, entró el primer tren en Santander, transportando 1.000 arrobas de harina de los molinos de la cuenca del Besaya.

 

Nota histórica

En el tramo Alar del Rey-Reinosa trabajó el ingeniero inglés William Atkinson, que plasmó el estado de las obras y de la comarca en una colección de fotografías elaboradas entre los años 1855 y 1858. 

Con las fotografías se confeccionó un álbum, entregado como regalo a la reina Isabel II, que se conserva en el Archivo General del Palacio Real (Madrid-Patrimonio Nacional). Son 86 fotografías realizadas utilizando el sistema del colodión húmedo, que permite obtener un número ilimitado de copias. Empleaba dos cámaras, con una tomó 48 imágenes estereoscópicas, y con la otra 38 fotos convencionales.

Fuentes: Heremoreta de Adif / Wikipedia