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Nuestras Fiestas

San Isidro 1980, mi pequeño mundo

San Isidro 1980, mi pequeño mundo

Vecinos de Valderredible celebrando la fiesta de San Isidro en Polientes, año 1980.

Carlo Alberto González relata sus recuerdos del Día de San Isidro, patrón de Valderredible

En la primavera de mi niñez guardo recuerdos, hondos, austeros, compartidos con la gente que quise y que quiero; aquellos días de verano, las fiestas de los pueblos, el día de San Isidro. Recuerdo a los mayores con la vara en la mano, haciendo tratos en la plaza de Polientes, exponían su ganado y recuerdo a mi padre recoger un trofeo que ganó por llevar el mejor toro de la feria. Aquellos tiempos eran y serán mi bello pasado, mi adolescencia que tanto me ha marcado, las carrozas llenas de niños que hoy somos ya casi viejos, los niños disfrazados de pastores, las niñas con sus faldas negra y sus trencitas, sus cuevanucos a la espalda, los tractores adornados con mil flores. El pan y la tortilla, la fiambrera con sus filetes empanados, que comíamos después en cualquier prado.

La carreta de Manín fue todo un éxito , pero miro al pasado y echo en falta a muchos de los que estaban en la foto, la vida cruel se los ha llevado, sobre todo a mi amiga Cristina que se fue al Universo hace ya algunos años.

La procesión de tractores pitando, el cura bajo palio, la talla de madera de San Isidro paseada por los alcaldes, los tambores, los cohetes, la devoción que teníamos al santo, los abrazos de aquellos mayores que se veían una vez al año. ¡Qué recuerdos tengo de aquellos días, qué recuerdos tengo de aquellos años! nuestros primeros bailes con la orquesta, nuestros primeros besucos robados debajo de la Olma de Polientes, alrededor de un mundo no inventado.

Nunca fui desertor de tu belleza
valle del que estoy enamorado
no soy labrador como tú Isidro
soy el más torpe de todos los poetas

valluco soy, de tu agua manado
como el manantial de los profetas
abierto como las hojas de un libro
siempre dispuesto a besar tu tierra

mi antojo juvenil y mis princesas
se quedaron entre las hojas secas
entre los bueyes, bajo los arados
bajo rastrojos de mi infancia bella

Eres la musa de todos mis poemas
la flor que siempre nace en primavera
el Don Juan de los versos humildes
el patrón de mi Valderredible