El cine, al igual que el teatro, tiene máscaras y rostros y ayer mostró su lado más cruel a Ruth Díaz. La reinosana se quedó a las puertas de lograr el Goya a mejor actriz revelación por su papel en 'Tarde para la ira', trabajo que se llevó el Goya a la mejor película y el de director novel para Raúl Arévalo, además del mejor actor de reparto para Manolo Solo.
La campurriana, que venía cosechando premios desde la Mostra de Venecia, se quedó ayer sin el máximo reconocimiento del cine español en favor de Ánna Castillo por su papel en 'El olivo'.
La propia actriz agradecía anoche, a través de Facebook, el apoyo recibido. "Estoy muy feliz por todo el reconocimiento a la peli y por todo lo vivido. Gracias".