El pueblo de Rocamundo rindió recientemente un emotivo homenaje, con el descubrimiento de una placa, a los artífices de la reconstrucción de la Iglesia de San Andrés, destruida durante la Guerra Civil y convertida en polvorín.
Fue en 1960, siendo párroco Cipriano Jorrín, con la ayuda del valluco Serafín Sedano (Capellán de la Casa del Rey) y de los vecinos de Rocamundo cuando se acometió la recuperación del templo.
Durante el acto, muy emotivo, se nombró a todos los vecinos que contribuyeron en la reconstrucción y fue el propio Serafín Sedano el que descubrió la placa que homenajea este hito, así como "esfuerzo y unión" de los artífices.