Más de 2.200 piezas de la etnografía campurriana componen la colección del Pajar de Proaño
“No existe tasación para esta museo, es patrimonio”
35 años como coleccionista han servido a Luis Ángel Moreno Landeras para erigirse como uno de los máximos conocedores de la etnografía de la zona de Campoo. A través de estos enseres, ha conseguido crear una completísima muestra costumbrista que inmortaliza tradiciones y formas de vida casi olvidadas en la región.
El pajar de su casa en Proaño, fue el origen de este pequeño museo. Desde ahí y a lo largo de sus 25 años de existencia, ha ido creciendo hasta ocupar también la antigua cuadra y el colgadizo, empleando unos 130 m2 de la vivienda. El espacio queda así estratégicamente dividido en tres secciones; los oficios en la cuadra, la vida doméstica en el pajar y los aperos mayores en el colgadizo. Además, cuenta con pequeño almacén anejo, en el que Luis Ángel guarda numerosos objetos que, por cuestión de espacio, no tienen cabida en la exposición.
Se trata de un proyecto autogestionado, por lo que ha sido el propio Luis Ángel quien ha realizado las labores de restauración y puesta a punto de cada uno de los objetos. Lo cierto es que toda esta actividad ha sido para él un hobby, por lo que es capaz de compaginarlo con su trabajo. Además, este interés por la etnografía le ha llevado a participar en diversas publicaciones y a colaborar activamente con los cursos de verano de la Universidad de Cantabria. Por otro lado, ha conseguido llevar parte de su colección (como exposiciones temáticas y temporales) a San Vicente, Santander o Madrid.
La muestra cuenta con 2.235 piezas (clasificadas cada una con su ficha correspondiente). Todas ellas han sido obtenidas y utilizadas en la Merindad de Campoo y, a excepción de algunas reproducciones, la mayoría han sido donadas al museo. Objetos cotidianos como una chocolatera, una vajilla de casco en la alacena, un molino de mano (esta es probablemente la pieza más antigua) o una muñeca de trapo, se entremezclan con otros elementos menos conocidos como un cuerno de alicornio (unicornio) que untado en aceite se empleaba para sanar a los animales o una cajita que a modo de presente el novio confeccionó como regalo para su futura esposa.
Son muchos los oficios y actividades recogidos, trabajos que con el paso del tiempo se han ido perdiendo en Campoo. Luis Ángel indica que aquí, donde el tiempo parece haberse parado, es muy complicado establecer cronologías; lo es porque "muchos de estos objetos no han cambiado tanto desde la Edad Media hasta prácticamente hace un siglo".
Sobre la preservación del patrimonio etnográfico es rotundo, afirma que "existe un abandono por parte de la administración" y que "no interesa". Además señala la importancia de crear un centro de estudios etnográficos ya que "Campoo tiene posiblemente el mejor patrimonio etnográfico, puesto que esta zona ha sido una de las últimas de Cantabria en evolucionar, por ello las tradiciones se han preservado de manera especial".
Respecto al futuro del museo se manifiesta categórico, "no pienso en el devenir del museo, solo en disfrutar de lo que poco a poco he ido consiguiendo. Tampoco le pongo precio a la colección porque es patrimonio, no tiene tasación".
Para conocer este particular museo es necesario establecer cita previa por teléfono, en el 942 753 012.