Misionero claretiano, profesor de Historia de la Iglesia y otras materias teológicas, Mariano José Sedano vivió dos años en Siberia (Krasnoyarsk) donde aprendió el ruso y se hizo al frío de esta tierra, que "no es como el de mi Reinosa del alma, pero se parece". Por la tierruca nunca hemos llegado a los casi 50 bajo cero, que mi cuerpo sedano ha soportado ya aquí en alguna ocasión. Desde hace 15 años empecé la docencia en San Petersburgo y aquí sigo al pié del cañón. Me muevo mucho por toda la geografía rusa, debido a mi condición de miembro de la Conferencia de religiosos católicos de Rusia, de la que he sido 10 años presidente, debido a que los obispos de las 4 diócesis del pais me llaman con frecuencia para charlas, encuentros o ejercicios espirituales a religiosos y sacerdotes. Cuando tengo semestre libre suelo ejercer de coadjutor de la parroquia de Murmansk, en el círculo polar ártico. "Precisamente hace un par de años, mientras estaba por allí, un periodista español me hizo un reportaje que se puede ver en YouTube".