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Cultura | Reinosa

Los recuerdos sobre arena de José Antonio Castañeda

Los recuerdos sobre arena de José Antonio Castañeda

La Casona de Reinosa acoge hasta el 15 de noviembre una exposición pictórica en la que distintas arenas dan forma a las imágenes recopiladas por el autor

"Todo empezó aquel día que me dio por rebuscar en el desván de aquella casa. Recuerdo como subí los escalones con miedo a lo que podría encontrar allí, recuerdo el olor a viejo, a historias a valioso... No fue lo primero que encontré, antes tropecé con un montón de libros y trague el polvo que tenía una vieja gabardina, fue al retirar esta cuando la encontré, una pequeña caja de metal llena de fotos. Encontré una vieja mecedora y me senté a admirar aquellos recuerdos, intenté encontrar la relación entre las fotos, y pero no parecían guardar ninguna, era una mezcla de imágenes, personas, paisajes, animales, momentos..."

Esta es la historia que hila y da coherencia a la muestra ‘Más que arena, recuerdos', de José Antonio Castañeda, holandés de nacimiento pero afincado de Reinosa desde los 3 hasta los 30 años, y que reúne un total de 24 cuadros -con formato Polaroid- en los que la pintura es sustituida por la arena para dibujar los rostros, paisajes y escenas que ha ido guardando durante años en una carpeta y que ahora ven la luz.

Con 30 años, en 2004, comenzó su andadura en el mundo del arte, centrándose en la investigación, el aprendizaje y el perfeccionamiento de sus "cuadros de arena". Una técnica que como el apunta le permite desarrollar cualquier tema y al final le proporciona un resultado fiel a su idea de cómo tiene que ser la obra. De formación autodidacta, sus trabajos, como el autor reconoce "son producto de la observación, del interés por la experimentación y de la búsqueda personal de un lenguaje artístico".

En cuanto a la técnica, José Antonio Castañeda considera que más importante que el cómo se hace es el por qué se hace, y explica que le relaja crear estas imágenes "llamativas y que funcionan muy bien". Para ello, emplea arenas procedentes de todo el mundo: Las Palmas, México, Bali, Tailandia, Egipto, El Sardinero o una cantera de Vitoria, y asegura que el 90 por ciento de ellas son naturales. El otro porcentaje mínimo es una arena teñida a la que tiene que recurrir porque todavía no ha encontrado en la naturaleza una que tenga ese color pero sigue en su búsqueda. Él y sus amigos, que siempre que realizan algún viaje exótico se acuerdan de José Antonio y le traen de vuelta una arena nueva con la que pueda seguir experimentando.

La idea primigenia de ‘Más que arena, recuerdos', apunta el autor, surgió hace doce años cuando viajo a Lanzarote. Una vez visitado el Parque Nacional de Timanfaya observó en la tienda de souvenirs unos pequeños cuadros realizados con arena. El concepto le gustó y se trajo de vuelta a casa un bote con arena volcánica que recogió en la zona. La arena estuvo durante un año en una balda, hasta que el cumpleaños de una amiga le impulso a derramarla para hacer su primer cuadro como regalo. El resultado gustó mucho en su entorno más cercano y a ese detalle que tuvo le siguieron varios encargos más.

Ahora, con un buen números de encargos realizados, llega a La Casona de Reinosa para exponer hasta el 15 noviembre 24 obras de la temática más variada: retratos, miradas, ladridos, caricias, palacios, teatros, esperas, viajes o destinos. "Un sueño cumplido que cuanta más gente vea, mejor".