Si un niño o bebé sufre un golpe de calor, es muy importante actuar con rapidez. Te contamos cómo actuar en estos casos en esta Noticia de Seguros Médicos.
Los niños, como ya te contábamos en la Noticia de Seguros Médicos en la que hablábamos de los síntomas que deben alertarnos de que un niño está sufriendo un golpe de calor, son uno de los grupos más vulnerables a las altas temperaturas, junto con las personas mayores, los enfermos de hipertensión, con problemas cardiorespiratorios, diabetes, alcoholismo...
Lo más importante es tratar de prevenir que a nuestro niño o bebé le dé un golpe de calor, pero hay ocasiones en que las altas temperaturas no dan tregua y, de pronto, nos sorprende la mala suerte de no haberlo podido evitar. En ese caso, lo imprescindible es que actuemos lo más rápido posible siguiendo estos consejos:
Cómo actuar si detectamos que nuestro bebé está sufriendo un golpe de calor
- Lo primero que tendremos que hacer si intuimos que nuestro bebé o nuestro niño está sufriendo un golpe de calor, es llevarle a un lugar fresco y con ventilación.
- Además, le quitaremos toda la ropita para disminuir su sensación de agobio y tratar de bajar su temperatura corporal.
- Para lograr que la temperatura de su cuerpo descienda, le ducharemos o, si no es posible, le mojaremos con toallas húmedas.
- De inmediato, debemos suministrar agua al bebé o niño, aunque nunca muy fría. Si fuera posible, sería muy conveniente que bebiera suero casero, que puede prepararse mezclando un litro de agua con el zumo de dos limones, una cucharadita de bicarbonato sódico, una pizca de sal y algo de azúcar.
- Si se trata de un bebé lactante, debemos ofrecerle leche del pecho.
- Por último, una vez veamos que el bebé o el niño han reaccionado positivamente a nuestros cuidados, debemos permitir que descansen.
En caso de comprobar que tras tomar estas medidas la situación del niño o del bebé que han sufrido el golpe de calor no mejora, deberemos acudir de inmediato a un centro médico.