Los 15 alumnos que participan en el cuarto taller de Caligrafía Medieval, organizado por la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico, comenzaron ayer a aprender las técnicas de la escritura visigótica. Guiados por Esperanza Serrano, experta calígrafa de la Villa del Libro de Urueña, han realizado sus primeras prácticas sobre papel.
Plumillas metálicas, papel, tintas y colores al guache son las herramientas utilizadas por los 15 alumnos del taller de caligrafía medieval, para adentrarse en la escritura visigótica. La actividad formativa consta de una parte teórica y otra práctica, destinadas a iniciar a los participantes en este tipo de caligrafía que, tal y como explica la profesora del curso, Esperanza Serrano, "predominó en la península ibérica entre los siglos VIII y XII, derivado de las escrituras uncial y cursiva romanas". A lo largo del siglo XII fue progresivamente sustituido por la escritura carolingia, aunque permaneció algún tiempo más en centros eclesiásticos del norte de España, ligada a textos de la vieja liturgia hispano-visigoda.
Entrelazos visigóticos
Son algunas de las nociones básicas que hoy han aprendido los alumnos del taller, que a lo largo de tres jornadas, hasta el sábado 25 de julio, practicarán la realización de las letras minúsculas y varios estilos de mayúsculas. Del mismo modo, se acercarán a la decoración de los manuscritos visigóticos, basada en entrelazos. Hoy, han trabajado sobre papel, pero la idea es que al finalizar la actividad formativa, sean capaces de confeccionar un texto sobre pergamino natural de cordero. La actividad formativa se desarrolla gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Aguilar de Campoo, la Diputación de Palencia y la Fundación Ramón Areces.