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Cultura | Reinosa

“Pretendo, quiero y voy a seguir escribiendo”

“Pretendo, quiero y voy a seguir escribiendo”

Foto: Juan Manuel Serrano

  • La reinosana BenHur Valdés gana el José Hierro de relato breve

  • Su obra “500 gramos” es todo un reflejo de la vida real

Periodista por vocación y convicción, lectora voraz por enseñanza, escritora en proceso de formación y adicta confesa a la música de Springsteen. Así es como se define la reinosana BenHur Valdés, toda una amante de las letras que, con varios premios a sus espaldas, compagina el frenético trabajo en el Gabinete de Comunicación de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), con una apasionada forma de vivir la vida (lo que le sirve como inspiración en cada una de sus creaciones).

-¿Qué le ha supuesto ganar el José Hierro 2015 en la modalidad de relato breve?

-Alzarme con este galardón ha supuesto, creo que ya lo he dicho en otras ocasiones, un "soplo de aire fresco" que suena muy poético, romántico y dramático, pero define a la perfección la sensación de empuje que sentí cuando me lo comunicaron. Además, debo reconocer el lujo que supone poder "trabajar" con una editorial como El Desvelo, lo que supone que mi relato será publicado, ¿qué más puedo pedir? A eso le añadimos una etapa profesional muy enriquecedora que forma, y conforma, un conjunto de buenas vibraciones y "buen rollo" que espero dure, y que dure mucho. Vamos, te diré que ha supuesto el volver a pensar: ¡Coño! que sí, que valgo para esto. Ha supuesto el volver coger las letras que dejé olvidadas en un rinconcito. Las echaba de menos.

-Tras haber obtenido dos veces el triunfo en las Justas Literarias de Reinosa, y después de haber conseguido este último galardón, ¿pretende continuar presentándose a nuevos certámenes?

-Estos galardones de los que hablas son de los que más orgullosa me siento, más que de tenerlos, de que ellos me hayan elegido a mí. Pretendo, quiero y voy a seguir escribiendo.
Desde hace algo más de un año trabajo en una novela, pero para eso hay que tener tiempo y dinero. De lo primero escaseo bastante y de lo segundo, hago referencia a un editor/editorial que confíe en ti y en tu trabajo y te dé vía libre para crear. He aquí mi búsqueda. Y por supuesto que voy a seguir presentándome a más certámenes, pero no sé cuándo ni dónde, solo se el porqué.

-¿De qué habla "500 gramos [O el olor caliente de las galletas recién horneadas]"?

-500 gramos habla de la vida, dura, pero al fin y al cabo vida. De la desesperación de no tener lo que se piensa que nunca va a llegar. De la soledad y la tristeza. De los sueños de otros que no se ven cumplidos en uno mismo. Habla de lo que cada uno quiera entender. Habla de Marcela, la muchacha no está muy conforme con su vida y sobre todo con el vacío de la misma. Su trabajo no la llena, su familia es el abrazo que da el suelo de su baño cuando se tumba sobre él y sus expectativas de futuro no pasan por "triunfar". Ella intenta cubrir esas carencias con lo poco que le queda de dignidad. 500 gramos habla de las galletas recién horneadas y de su olor, que se expande por toda la ciudad como un murmullo aromático.

-Marcela, protagonista en su obra, ¿es un reflejo de los males cotidianos de la sociedad?

-Es el reflejo de los males y los bienes cotidianos de la sociedad. Es el reflejo del jefe toca-pelotas que solo actúa por un "ordeno y mando", del compañero de curro que se desvive por tu presencia, de la divorciada que no se ve atractiva y lo que no sabe es que el amor de su vida está en el piso de arriba. Marcela es el reflejo de aquel que mira su libreta de ahorros, y no sabe si reír o llorar, lo peor de todo, no sabe cómo va a dar de comer a sus hijos. Marcela es el reflejo de los padres primerizos y los recién casados, de los jubilados que se van a gastar "los cuartos" exprimiendo Benidorm, de los parados y los que encuentran su primer trabajo sin la etiqueta de becario. Marcela es el reflejo del que no puede o no quiere estudiar, de los abuelos preocupados por los dientes de leche de sus nietos, de los amigos que ponen el hombro para que llore todo el vecindario, o de aquellos que están esperando una caída para marcar el socavón. Marcela es una tía genial y espero encontrarme con ella en algún momento de mi vida, o de la suya.

-¿El mensaje final de su obra puede entenderse como un canto a la vida, a la positividad y a la esperanza?

-El final de 500 gramos dice mucho del placer de un buen vaso de leche y unas "campurrianas" un viernes por la noche cuando no te apetece cocinar. No vamos a decir un par de galletas, porque todos sabemos que nunca son solo dos galletas. El mensaje final habla de vivir la vida, más que sobrellevarla, porque para lo que hay que tener cojones es para vivirla, con lo que te venga. Rendirse es fácil, caer también, pero amigo el levantase es complicado.  Sí, es un canto o un discurso a la positividad, a la esperanza, a la lucha, a la vida, a la buena vida. La buena vida no se basa en tener más si no es saber disfrutar de lo que tienes, ya sea poco a mucho. No hay que conformarse pero si amoldarse, cada uno somos capaces de crear nuestra propia felicidad.

-¿Hay esperanza para los jóvenes escritores?

-Hay esperanza para los jóvenes escritores, y para los jóvenes músicos y para los jóvenes y "no tan jóvenes" artistas en general. Hay esperanza y esperanzas, (y muchas) para todos aquellos que busquen el éxito, cuyo clave radica en no desesperar en el intento de continuar adelante. El éxito radica en seguir caminando pese a las adversidades, los trabajos precarios, los sueldos de broma y las malas expectativas que parecen que han llegado para quedarse, pero en nosotros esta poder desterrar esos pésimos augurios que nos aconsejan cada día emprender una "fuga de cerebros".

-Como periodista, ¿Qué importancia confiere a las letras en nuestra sociedad?

-Al decir que soy periodista no solo defiendo una (mi) profesión. Es un ideal de vida. Confucio muy sabiamente afirmó que "al elegir un trabajo que te guste no tendrás que trabajar ni un día de tu vida". Y en eso estoy. Por ello al hacerme esa pregunta no me caben en la boca más que palabras de halago para, por y hacía el mundo de la comunicación, de la información, del periodismo, que pese a no vivir uno de sus mejores momentos, nos da cada día y día a día la información necesaria para sobrevivir en este y a este país. Por otro lado, las letras son fundamentales, importantes, casi diría que primordiales para TODO y TODOS. Debemos luchar por inculcar la cultura en todos los ámbitos. Luchar porque nadie se vaya a la cama sin leer un capítulo de un libro de aventuras o de terror, escuchar una canción de Springsteen o de Rulo o de Verdi, echar un vistazo a un par de noticias de cultura y actualidad de cualquier informativo o periódico (impreso o digital) o ver una película de Versión Española.
Al igual que la ciencia, las nuevas tecnologías, la medicina, la biomecánica, las letras son una disciplina que debemos respetar y cuidar, por nuestro bien y por el bien de los que están llegando y van a llegar.

-¿Qué expectativas tiene ante el gran evento que se organizará a finales de otoño en Santander, en el que se hará la entrega efectiva de los premios?

-Expectativas reales, ningún tipo de ensoñación que me convierta en la siguiente ganadora del Planeta, aunque ganas no me faltan. Espero conocer a gente, gente diversa que me aporte otros puntos de vista en relación a las letras, que me aporte otras visiones de este mundo, que pueda usar para seguir formándome y escribiendo de todo lo que me rodea. Conocer y aprender para saber más.