La usuaria Rosa M. Sainz ha escrito a Vive Campoo para mostrar su disconformidad con los elementos disuasorios que se han colocado en la ciudad para controlar los estacionamientos. "Hoy me he encontado uno de estos mastodontes en la calle Julióbriga, junto al antiguo colegio Casimiro Sainz. Su ubicación no tiene ningún sentido, tampoco resulta agradable su diseño o color más propio de una fábrica que de una ciudad".
"No ha sido la primera ni la última vez que he tenido que desistir de aparcar por miedo a estropear mi rueda. En la foto adjunta se puede ver otro de estos preciosos mastodontes, de la calle Torres Quevedo, que lleva meses movido y quitando una plaza de aparcamiento".