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Actualidad

La Policía Nacional alerta sobre las llamadas telefónicas comunicando falsos secuestros

Se recomienda mantener la calma, no realizar ningún pago, y contactar inmediatamente con el 091

La Policía Nacional alerta a la ciudadanía sobre las llamadas telefónicas en las que se comunica el presunto secuestro de algún familiar, exigiendo la entrega de cierta cantidad de dinero, que suele oscilar entre 1.000 y 10.000 euros, por su liberación. En la llamada suelen escucharse gritos de fondo de alguien que parece estar en crisis, generando una situación de bloqueo y angustia en el interlocutor, que teme por la salud e integridad física del familiar, que casualmente se encuentra ausente.

Estafa telefónica

En realidad no se trata de un secuestro real, sino de una estafa telefónica que busca presionar a las víctimas mediante amenazas para que paguen un rescate antes de colgar el teléfono, haciendo creer que un familiar cercano ha sido secuestrado y que será torturado si no se paga de forma inmediata el rescate.

Los autores de este tipo de estafas prolongan la llamada durante bastante tiempo con dos objetivos: por un lado, evitar que la víctima pueda corroborar la veracidad de la información o alertar a las Fuerzas de Seguridad; y por otro, conseguir que realice un pago rápido.

Mayoritariamente, las llamadas se están efectuando desde Chile, para lo que utilizan el prefijo internacional de este país andino 0056.

Otro aspecto importante para detectar la estafa es que siempre exigen que los pagos se realicen a través de una empresa de envíos de dinero, que están normalmente ubicadas en locutorios.

La Policía Nacional ha alertado sobre este tipo de llamadas y ha difundido periódicamente pautas de prevención a través de los medios de comunicación y sus canales en redes sociales.

Llamar al 091 o denunciarlo en la Comisaría más cercana

Por todo ello, se reitera que se desconfíe por sistema de este tipo de llamadas realizadas desde números privados desconocidos, y se contacte de inmediato con la Policía Nacional a través del 091, o bien denunciándolo en la Comisaría más cercana.

Es conveniente asimismo mantener la calma, no alargar la conversación, anotar el número telefónico desde el que nos llaman si tenemos instalado el servicio de identificación de llamante, no realizar jamás el pago y, si se puede, contactar con el familiar presuntamente secuestrado para nuestra propia tranquilidad.