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Así estamos

‘Pico badén’

El paisaje urbano de Reinosa presenta notables ejemplos de reductores de velocidad

Tan solo a un veintena de kilómetros de Alto Campoo, Reinosa también dispone de una cordillera propia con varias elevaciones salpicadas a lo largo y alto de sus calles. Y es que la capital campurriana ofrece al conductor la experiencia de subirse a lomos de unos reductores de velocidad de considerable altura.

Algunos de los ejemplos más notables del relieve reinosano son los macizos asfálticos próximos al Tres Mares (pero el hospital) o el de la calle Ronda, que presentan una dificultad media-alta al añadirse la pendiente propia de la vía. También es digno de mención el de la Avenida Naval o Marqués de Reinosa, que aun estando en una meseta también poseen un buen desnivel.

A medida que se ascienden, y una vez coronada la planicie, el conductor poco entrenado en esta naturaleza urbana puede sufrir ‘el mal del amortiguador', tanto por el ímpetu con el que afronta el ascenso como en el momento en que se dispone a descender, pero las vistas merecen la pena. Una vez superado el badén, la respiración se entrecorta justo en el momento de pisar el freno, pero cuando se salva con éxito, el conductor prosigue la marcha con la sensación de haber alcanzado un reto y lanzarse a por una meta nueva.

Estas cumbres, que desafían la normativa, y están reguladas por la Orden del Ministerio de Fomento 3053/2008, de 23 de septiembre, por la que se aprobó la Instrucción Técnica para la instalación de reductores de velocidad y bandas transversales de alerta en carreteras de la Red de Carreteras del Estado (Aquí se puede consultar), cada vez son mas escasas, ya que cuando se ha realizado alguna obra en la calzada se ha suavizado su pendiente y su altura se ha reducido. Un buen ejemplo son los de la Avenida Castilla o el de Vidrieras, con diferentes medidas en cada sentido fruto de una actuación llevada a acabo en la carretera y que una vez concluida vio rebajada una de sus direcciones. No obstante, algunas de las cimas que todavía perduran, especialmente las cuatro mencionadas, ayudan a mantener un clima urbano de alta montaña dentro de la ciudad.