Aunque parezca que los niños, por su juventud, gozan de buena elasticidad y resistencia, éstas no les hacen invencibles ante pesos moderados, mal distribuidos y continuos. Tampoco ante malas posturas u horas y horas de silla o sofá.
Ante la necesidad de cargar con estos pesos, de mantener estas posturas inadecuadas o de realizar ciertos deportes de manera inapropiada, la musculatura de la espalda se adapta y provoca las temidas y dolorosas contracturas de las que tanto esfuerzo supone deshacerse.
Cómo evitar el dolor de espalda en niños
Hay varias claves para evitar que el dolor de espalda aparezca en los niños, pero algunas son:
El niño debe realizar ejercicio físico moderado durante unas 4 o 5 horas cada semana. Fortalecer la musculatura y mantener el esqueleto activo son actividades fundamentales para evitar el dolor de espalda, tanto en niños como en adultos.
Adiós al sedentarismo: como mencionábamos anteriormente, el deporte es fundamental para mantener una espalda sana. Por ello, el sedentarismo no es nada beneficioso para los niños. Además, este sedentarismo suele ir asociado a horas de videojuegos, ordenador... en las que los niños no solo no realizan actividad física sino que, además, adquieren malas posturas muy perjudiciales para su musculatura y su columna vertebral.
Buenas posturas en todo momento: debemos asegurarnos de que los niños se sientan erguidos, en una silla adecuada a su tamaño y con la espalda pegada al respaldo. Además, que el colchón en el que duermen se encuentre en buen estado y presente dureza es esencial. Colocar una tabla debajo del colchón puede ser una solución en este sentido.
En la mochila, lo justo y necesario: es fundamental dejar de sobrecargar las mochilas de los más pequeños. El material que no sea imprescindible, debemos tratar de dejarlo en la escuela o en casa, con el fin de no transportarlo cada día. Además, no es importante únicamente el peso que se lleva, sino cómo se lleva. Las mochilas con dos tirantes son mucho menos perjudiciales que las bandoleras, en las que el peso reposa sobre un único hombro. En cualquier caso, las mochilas de dos tirantes únicamente serán "beneficiosas" si los niños las llevan bien: la longitud de los tirantes debe ser la correcta, manteniendo la mochila a la altura de la espalda y no en la parte baja de ésta, y siempre deben llevar puestos ambos tirantes para que el peso se lleve de forma equilibrada.
Es importante no ignorar los dolores de espalda de los niños y la posible sintomatología asociada. Aunque lo más probable será que el origen sea postural, de los pesos, la mala o nula actividad física... puede que el dolor provenga de algún tipo de enfermedad, malformación, infección, etc.
Aunque lo más probable será que el origen sea postural, de los pesos, la mala o nula actividad física... puede que el dolor provenga de algún tipo de enfermedad, malformación, infección, etc.
Una revisión médica periódica nos ayudará a descartar este tipo de situaciones indeseables o a detectarlas con el tiempo necesario para ponerles remedio.