Los niños de la La Riva celebraron ayer las tradicionales Marzas saliendo a cantar por las casas de la localidad. Se recupera así la tradición marcera en este enclave de Campoo de Yuso. Con sus sones animaron a las familias una tarde lluviosa en la que no faltó el tradicional 'Marzo florido'. Tampoco los huevos, el chorizo y algún que otro euro para organizar una buena merienda.