Infografía: Revista Seguridad Vial de la DGT
El terror de los amantes de la velocidad llegará este verano a las carreteras de Cantabria. Pegasus, el radar aéreo de la Guardia Civil que ya opera en otras comunidades, es más selectivo que el sistema terrestre y permite observar el comportamiento de los conductores identificando las conductas de riesgo. Pegasus puede actuar desde una altura de 300 metros y a un kilómetro de distancia del objetivo. La finalidad del sistema es conocer las coordenadas geográficas (latitud y longitud) del vehículo al que se está controlando para calcular su velocidad.
En primer lugar, sitúa la posición del helicóptero en el espacio con extraordinaria precisión, a través de varios mecanismos (giróscopos y acelerómetros) y un programa informático añadidos a las cámaras de vigilancia. A continuación, un láser mide la distancia entre el helicóptero y el vehículo cada tres segundos. Con estos datos puede conocer las sucesivas posiciones del vehículo y calcular su velocidad media a efectos de sanción.
Confirmada la infracción, un fotograma de la grabación se envía telemáticamente como prueba al Centro de Tratamiento de Denuncias Automatizadas (ESTRADA) desde donde se tramita. E incluso está prevista la actuación inmediata en casos de delito, contactando desde el mismo helicóptero con una patrulla de la Guardia Civil.