Ahora que los ayuntamientos apuestan por reducir la contaminación lumínica y fomentar el consumo eficiente en el alumbrado público, nos encontramos con el sumun del ahorro. Siguiendo la idea de que no es más ahorrador el que menos gasta, sino el que no gasta absolutamente nada, paseando por el entorno de las piscinas cubiertas, el río Ebro y la finca de Los Obeso de Reinosa observamos que al menos una treintena de farolas no tienen bombilla.
Varios lectores, que acuden por las tardes a pasear con sus perros por esta zona, nos han comentado que no estaría de más tener algún punto de luz a lo largo del recorrido. Desde hace tiempo es, sin duda, un magnífico lugar en mitad de Reinosa desde el que contemplar las bonitas noches estrelladas o pasar desapercibido para contar confidencias.
Ser limpio es cuestión de azar
Además, acertar al tirar cualquier residuo en las papeleras de este paseo y en el del Doctor Jiménez Díaz, se convierte en un ejercicio de probabilidad, ya que un buen número de ellas no tienen fondo y la basura cae directamente al suelo. "Tampoco será tan caro poner una tapa para que la papelera pueda cumplir su función", opinaron varios lectores.