Hace dos décadas, justo en esta última semana de octubre, en San Martín de Elines localidad de Valderredible, surgió un proyecto que generó un intenso debate en la comunidad: la construcción de un museo junto a la Colegiata, el monumento más emblemático del pueblo. El diseño del edificio, previsto en acero corten, buscaba un contraste moderno con el entorno histórico, pero no fue bien recibido por buena parte de los vecinos ni por la comunidad parroquial.
El entonces párroco, Bertín Gutiérrez, ya fallecido, se opuso firmemente a la construcción del museo impidiendo el acceso de la maquinaria pesada al entorno del templo, defendiendo la conservación del patrimonio y el carácter tradicional del lugar. Sin embargo, algunos vecinos sí vieron con buenos ojos el proyecto, al considerarlo una oportunidad para dinamizar la oferta cultural y turística de la localidad y del Valle.
Finalmente, el museo nunca llegó a construirse, y aquel episodio ha quedado como un recuerdo de las tensiones entre modernidad y conservación que a menudo acompañan la gestión del patrimonio histórico y que hoy, 20 años más tarde, lo recordamos como una iniciativa en la que participaron Fundación Caja Madrid, Consejería de Cultura, Obispado y la Fundación Santa María la Real. El proyecto contemplaba la rehabilitación del templo y, la construcción de un edificio, que albergaría un espacio expositivo con un presupuesto cercano a los 800.000 euros.
Las obras de rehabilitación del templo que sí se ejecutaron, consistieron en el drenaje del perímetro exterior del ábside, sacristía y muro norte de la nave, con la instalación de tubos de drenaje. Otra de las actuaciones que se ejecutó fue el picado y rejunteado de los parámetros verticales del claustro, así como la cúpula de crucero, consolidando y sellando las grietas existentes.
Coro y bóvedas
Para el acondicionaimento tanto del coro como de las bóvedas, se conservó la viga original del coro, pero se sustituyeron las viguetas, tarima y balaustres. En la restauración del coro se empleó madera de roble. También se restauró la bóveda de la capilla gótica y la bóveda de la cabecera perrománica. También se eliminó el tendido eléctrico en las fachadas Norte y Oeste, dejando la acometida eléctrica subterránea y trasladando el contador al interior de la sacristía. Por último, se desmanteló el crucero situado en el acceso al recinto de la colegiata, por ser moderno, de mala calidad y no acorde con el conjunto.
Paralelamente a estas obras descritas anteriormente se procedió al retejado de la cubierta de la iglesia, claustro y torre del campanario, desmontando la actual cobertura de teja, impermeabilizando la cubierta y rematando los aleros mediante chapa de plomo.
El proyecto del museo

Según el proyecto, el futuro museo se levantaría por encima de la cota del claustro actuando como nuevo pórtico. Para ello y previo a la cimentación (que nunca fue permitida) se realizarían las pertinentes catas y excavaciones definidas en el estudio arqueológico, para establecer la existencia o no de restos arqueológicos de interés.
La estructura sería de hormigón armado, acero y madera y la cubierta del nuevo edificio se cubriría con un tablero autoportante, colocando sobre la última capa del panel una lámina de acero galvanizado. Las carpienterías exteriores del museo estaban previstas fueran de acero y las interiores de madera.
A pesar de que el proyecto para la construcción de un museo junto a la Colegiata se planteó hace ya dos décadas, como hemos dicho anteriormete, éste no llegó a consolidarse debido a una serie de factores, entre los cuales tuvo un peso decisivo la oposición inicial y sostenida del párroco de la época. Desde el principio, el sacerdote manifestó una postura contraria a la ejecución del proyecto, por considerar que la obra podría afectar el entorno histórico y religioso del templo, así como alterar el uso tradicional del espacio.
Esta resistencia dificultó la obtención de los consensos necesarios entre las instituciones implicadas y frenó los trámites administrativos y financieros. Con el paso del tiempo, la falta de acuerdo ha llevado a que la iniciativa haya quedado paralizada y, finalmente, no se materializara.












