El Servicio de Emergencias 112 del Gobierno de Cantabria registró un descenso de las llamadas del 4% durante 2016, unas 12.000 llamadas menos que en 2015, atendiéndose una media de 407 llamadas al día. También se han contabilizado durante 2016 menos intervenciones del equipo del helicóptero, que superó las 100, y de los parques de bomberos autonómicos, que actuaron en casi 1.800 ocasiones.
Las intervenciones realizadas por los seis parques de bomberos y emergencias de la Comunidad Autónoma, localizados en Laredo, Valdáliga, Reinosa, Tama, Villacarriedo y Los Corrales de Buelna, descendieron el 15,80% respecto del año 2015. El parque de Laredo volvió a ser el que más incidentes atendió con 596, seguido de Los Corrales de Buelna con 316, Villacarriedo que registró 234, una menos que Valdáliga que cerró el año con 233, Reinosa 226 y Tama con 17.
En 2015 el parque de Reinosa se movilizó en 341 ocasiones, 120 de las cuales se realizaron en el mes de febrero, debido al fuerte temporal de nieve acaecido en esa fecha.
De las 1.779 intervenciones realizadas por el conjunto de los parques, 522 han sido para atender incendios de diversa tipología. 233 han sido de vegetación o forestales, 151 extinciones se han producido en viviendas, se han sofocado incendios en 59 vehículos, se han apagado 56 de papeleras y contenedores, 14 fuegos se han tenido lugar en garajes, y 7 en instalaciones agropecuarias.
El consejero de Presidencia, Rafael de la Sierra, ha avanzado que este año el Gobierno de Cantabria ha hecho un esfuerzo relevante para incrementar las inversiones y medios en el ámbito de emergencias y protección civil. En concreto, la inversión ha crecido en 335.000 euros, hasta superar el 1,1 millón de euros, destinados especialmente a dotación de nuevos vehículos y material, y al nuevo sistema de comunicaciones de emergencia que se va a desarrollar.
También, "en cuanto se pueda", el Gobierno quiere incrementar la plantilla de los parques de emergencia a medio plazo, para que alcancen 20 bomberos por instalación. Ha recordado la propuesta de Cantabria, que fue incorporada en la última Conferencia de Presidentes, para que los servicios de emergencia y extinción de incendios sean considerados también como servicios públicos esenciales, al igual que el personal de servicios sociales, sanitario y de educación, y eliminar así las limitaciones de la tasa de reposición de efectivos.
