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Actualidad | Cantabria

El osezno Martín regresa a su hábitat natural en León

El ejemplar, que fue rehabilitado en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Cantabria, ha sido liberado en un monte próximo a la localidad de Colinas del Campo de Martín Moro Toledano, en Igüeña

El osezno Martín ha sido puesto en libertad en un monte próximo a la localidad de Colinas del Campo de Martín Moro Toledano, en Igüeña (León) en una zona con disponibilidad de alimento y escasa presencia humana tras una fase de recuperación y rehabilitación que ha llevado al animal a estar más de tres meses en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Villaescusa (Cantabria), dependiente de la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, donde ingresó en junio de este año y, tras recuperarse, ser trasladado al recinto de aclimatación o presuelta de osos pardos ubicado en el monte de Valsemana, provincia de León, para finalizar su fase de adaptación al medio natural.

Tras analizar múltiples variables, se ha decidido reintroducir al animal en el medio natural donde fue recogido, gracias al trabajo de coordinación en el que han participado el Gobierno de Cantabria y la Junta de Castilla y León, concluyendo una parte del proceso de reintroducción del ejemplar, que continuará con la fase de seguimiento activo por parte del cuerpo técnico y los agentes del Medio Natural de la Junta de Castilla y León.

La operación de traslado del ejemplar desde el recinto de aclimatación de osos pardos de Valsemana ha sido realizada por el personal veterinario de la Junta de Castilla y León perteneciente a la Red de Centros de Fauna, junto con personal técnico, agentes medioambientales, celadores de medio ambiente y las patrullas oso de la Fundación Patrimonio Natural de la Junta.

De forma previa a ese traslado, se sometió al animal a un chequeo veterinario, comprobando que durante su estancia en Valsemana había alcanzado los 37 kilogramos de peso y unas condiciones óptimas para su reintroducción al medio natural.
Desde su liberación, los agentes medioambientales y las patrullas oso de la Fundación Patrimonio Natural de la Junta están realizando un seguimiento y monitorización constante del ejemplar para comprobar su correcta aclimatación al medio natural.
Para ello, el osezno está dotado de sistemas de seguimiento GSM y VHF, que permitirán de forma continua conocer la localización del ejemplar y poder evaluar así su adaptación al medio natural.

Tras ser encontrado en estado crítico por un particular en una localidad del municipio leonés de Igüeña el pasado mes de mayo, el animal permaneció ingresado en el Centro de Recuperación de Animales Silvestres de Valladolid para recuperarse del estado en el que fue hallado, con síntomas de deshidratación y una desmejorada condición corporal.

Recuperación en Cantabria

Tras esa primera fase, el osezno fue trasladado a Cantabria para iniciar la segunda fase en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre, donde se sometió a un tratamiento de recuperación con el objetivo de ser liberado con garantías en el medio natural.
Para ello, permaneció dos meses en unas instalaciones aptas para este tipo de recuperaciones en las se evita el contacto con humanos en un ambiente controlado y realizando un seguimiento exhaustivo para continuar su desarrollo de manera normal en condiciones de mínima intervención humana.

Completamente naturalizado, las instalaciones del Centro cuentan, además, con un hospital equipado para realizar pruebas diagnósticas y de tratamiento.

El enriquecimiento ambiental ha sido clave para el desarrollo cognitivo del ejemplar, así como para provocar en ellos comportamientos naturales de juego y exploración del entorno.

A todo ello hay que añadir una alimentación en el Centro a base de fruta, frutos secos y carne de cérvido, alimentos todos ellos que el osezno encontrará en el futuro en el medio natural.

Durante este tiempo en Cantabria el osezno recuperó el peso suficiente para su reintroducción al medio natural hasta alcanzar un peso de 30 kilogramos -cuando fue encontrado en León pesaba 4 kilogramos-.

Se trata del quinto osezno que pasa por las instalaciones de Villaescusa después de que otros cuatro ejemplares de comunidades autónomas limítrofes hayan pasado por el Centro con un resultado exitoso y que han sido fruto de la buena colaboración entre administraciones en materia de recuperación y rehabilitación de especies de fauna silvestre.

Posteriormente, el animal fue trasladado a Valsemana, donde ha permanecido durante las últimas semanas en el recinto de aclimatación de osos pardo, comprobando su adaptación a un espacio de libertad, como son los cercados de aclimatación y presuelta de osos de Valsemana, como paso previo a su reintroducción al medio natural.