Óscar Serna acaba de ser nombrado nuevo director del colegio San José de Reinosa, el primer laico en los casi 110 años de historia de este centro. Para él, asumir la dirección supone "una responsabilidad y un compromiso". Cometido que tiene tanto con el centro como con los alumnos y familias, y, por supuesto, con la sociedad: "nuestros jóvenes de hoy serán los ciudadanos de mañana. Lo que les sepamos aportar será lo que tengan en un futuro", asegura.
A pesar de estrenarse en este puesto, lleva unos cuantos años en el centro y su rumbo no le coge pdesprevenido. Como objetivos, persigue proporcionar una "formación integral" a los alumnos, adaptándose a las nuevas necesidades de "una nueva generación -etiquetada como Generación Y- que necesita unas estrategias de aprendizaje diferentes".
Desde el centro -que cuenta con 60 profesores para 700 alumnos- hacen una apuesta clara por la educación en valores, "nosotros somos un centro religioso y creemos que el proceso evangelizador también es importante en la escala de valores de nuestros alumnos". Un elemento diferenciador es "el valor añadido en lo menesiano".
Para ponerse al día es necesario ser un centro innovador e implantador de nuevas tecnologías. También hace falta conocer y aplicar nuevas metodologías. Sus compañeros se están formando en inteligencias múltiples, aprendizaje colaborativo o destrezas cognitivas. "A un niño no se le puede enseñar como a nosotros, demandan otro tipo de enseñanzas y otro saber estar en el aula. Y en eso estamos, en ser un centro innovador".
Como director, le gustaría ser el "aglutinador" de las fuerzas que coexisten en el centro: el claustro, la AMPA y todo el personal del centro. Asimismo, concede una importancia fundamental a la comunidad de hermanos del colegio, a pesar de que en los últimos años sean menos, "marcan nuestra identidad propia", comenta.
Responsabilidad social.
Por otra parte, desde el San José también trabajan para favorecer el desarrollo profesional y personal de los profesores, "porque en la medida que haya unos buenos profesores, vamos a cuidar mejor a lo más importante del centro, los alumnos".
"Tenemos cierta responsabilidad social con el pueblo y con la comarca, y desde nuestra situación intentamos mejorarlo. Nuestros alumnos van a ser los ciudadanos de Campoo en unos años. Dependiendo de los que sepamos aportar, eso es lo que van a tener".
Un reto es saber adaptarse a lo que demanda la sociedad. Según el nuevo director, antes la educación premiaba lo estándar y ahora está más encaminada hacia reconocer la diversidad, creatividad e innovación. En definitiva, "generar ideas".
Entre otras acciones, el centro forma parte de la Red Cántabra de Escuelas Promotoras de la Salud; participa en el Programa de intercambio Proyecto Comenius; o fomenta la educación social colaborando con institución como Cáritas, Ascasam o la residencia de ancianos.
Educar en el colegio y en casa.
Cuando toca poner notas, considera que la enseñanza en España no está tan mal como el informe Pisa recoge, pero si cree que pueden estar mucho mejor. Por otro lado, también le gustaría que hubiese "otro interés en la juventud".
En este sentido, lamenta que se deje todo el peso en la escuela. "Hay muchos componentes que no son académicos sino emocionales y creo que debe ser una suma de fuerzas entre la escuela y el hogar". A su juicio, el éxito educativo de los alumnos viene de la unión de fuerzas entre el centro y las familias, "esta colaboración es fundamental".
Algunas claves: proporcionar una atención personalizada, "cuidamos mucho la tutoría y necesidad individuales de cada alumno. Intentamos ser la mejor solución global, ser un centro innovador que promueve la participación con las familias", puntualiza.
Línea continuista.
Según el nuevo director, en los cuatro últimos años, el centro ha dado un cambio importantísimo. "Hemos recogido el testigo que ha dejado el hermano Juan Carlos y tenemos un compromiso con ese proyecto. Queríamos dar una vuelta a la metodología, estructura y funcionamiento del centro, y creo que él ha puesto los pilares parque que esto siga así y quiero seguir en esta línea".
Por último, se marca una meta para este curso que empieza: "que la gente tenga la sensación de que nada ha cambiado, es decir, que perciban que seguimos la misma línea que ha marcado estos años Juan Carlos (anterior director)".
