Los vecinos de Olea, en particular los del barrio de Santa María, celebraron ayer su particular vijanero. Las condiciones meteorológicas, fuerte viento con lluvia racheada, impidieron que la celebración se realizara en la calle y no se pudo encender el fuego. Los asistentes, decidieron el indulto, de los vijaneros realizados por los vecinos que esperaran los pecados pasados, junto con los que se cometerán en los 12 meses que empezaron ayer.
El primer premio fue para Raúl, que armó un vijanero-movil contra la subida de la tarifa eléctrica. El segundo lugar fue para Patricia que reclaó en su muñeco la recuperación de la infancia y los juguetes sabios, baratos y rurales.
La iglesia de Santa María de Olea volvió a abrirse para acoger el evento, los foráneos aprovecharon para conocer este templo de porte catedralicio, que cabalga entre el románico viejo y el gótico joven. Pilar, Carmina y otras vecinas, ofrecieron a todos un chocolate para festejar el año nuevo.
