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Actualidad | Campoo de Suso

En busca de nueva vida para el Balneario de Fontibre

Su actual propietario ejecuta desde hace más de dos meses la reforma de este histórico edificio para que sea atractivo de cara a nuevos usos

Desde hace ya más de dos meses se trabaja en el Balneario de Fontibre, cuya construcción data de 1944, con el objetivo de recuperar el edificio y acondicionarlo para otorgarle un fin. Así lo ha decidido su actual propietario, Francisco Javier Escalada, hijo del que fuera durante años administrador de las aguas. Su idea es rehacer y poner en servicio esta instalación: "Hay personas interesadas en dar utilidad al edificio, pero nadie se atrevía a tomar una decisión ante el estado del inmueble y por eso me he decidido a rehabilitarlo", manifiesta Escalada.

Aunque la construcción data de 1944, la comercialización sus aguas se remonta a principios del siglo XX, cuando fueron embotelladas las primeras partidas. Las mismas, ganarían la medalla de oro en los congresos internacionales de hidrología de París, Londres y Madrid.

Desde entonces la propiedad del Balneario de Fontibre ha estado en manos de diversos propietarios hasta 2003, cuando la adquirió la Fundación Alto Ebro que, tras su extinción y embargo, pasó a manos de Liberbank y con esa entidad llegó Escalada hace unos años a un acuerdo económico. "Parte de mi niñez y juventud la pasé en este balneario y en su entorno. He jugado y ayudado a mi padre en sus tareas diarias de embotellar, etiquetar y transportar las cajas a Reinosa. Este edificio es mi segunda casa y mi propósito es rehabilitarlo, ponerle en servicio y darle valor», señala Escalada.

La edificación del balneario dispone de espacios vinculados a este uso como son el propio manantial situado al fondo, en forma de ábside, un gran espacio central de doble altura en el que se tomaban las aguas, aseos, cuarto médico y una pequeña cocina. En la zona central, y dada la excesiva altura se construirá un forjado intermedio que posibilite, en un futuro, acondicionar espacios sobre él.

La actuación diseñada por Polanco y Diez Arquitectos comenzó con la mejora de la cimentación para continuar con los pilares. La cubierta será de teja de hormigón ondulada tipo árabe color rojo. Para los aleros se mantendrán los canecillos existentes, y se mantendrá el color azul añil existente.