El futuro a orillas del Pantano
Segunda y última entrega del documental que recoge los testimonios de los vecinos de ambas márgenes (Cantabria y Burgos) que quedaron separadas por la construcción del Embalse del Ebro
Los que aún viven dicen que eran unas de las mejores tierras de la comarca, que ese vergel, además de ser fuente de sustento para la agricultura y la ganadería, también albergaba uno de los polos industriales más desarrollados de la época. La llegada de las aguas embalsadas partió todo ese progreso por la mitad y muchos tuvieron que emigrar para prosperar. El pantano regó de riqueza las sucesivas provincias por las que discurría el Ebro pero su cabecera se dedicó a la subsistencia. Las compensaciones, devaluadas con el paso del tiempo, llegaron tarde y en otros casos ni llegaron. La construcción del puente ‘Noguerol' vendría a suturar la herida abierta en el valle y paliar así la incomunicación entre las dos orillas, pero se hundió antes de su inauguración. Un símbolo de la indiferencia de aquel gobierno por el futuro de este enclave que miraba Ebro abajo.
Recientemente, alcaldes de los municipios limítrofes se han unido para reivindicar su reconstrucción en los Parlamentos de ambas Comunidades Autónomas y trasladar al Gobierno su petición: tender un puente que comunique ambas márgenes entre Cantabria y Burgos para que, además de subsanar en parte una deuda histórica, mejore los accesos y con ello facilite el asentamiento de nuevos modelos de negocio. En este sencillo documental, dividido en dos entregas, los vecinos de las dos orillas, alcaldes y técnicos nos explican a través de sus recuerdos y conocimientos lo que supuso la construcción del Pantano y cuál ha sido su herencia.