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Actualidad | Reinosa

"No sabía que el oso estaba ahí tumbado y lo sorprendí"

Eduardo Velarde insiste en que "la colocación de la cámara de foto trampeo no guarda relación con el ataque"

Eduardo Velarde, el reinosano de 35 años de edad al que atacó un oso el día tres junio, se ha puesto en contacto con Vive Campoo para hacer "una serie de precisiones" a la noticia publicada ayer en este medio de comunicación y que recoge fielmente el comunicado del Seprona de la Guardia Civil.

Velarde, que agradece la "claridad en la exposición del caso y el trato recibido por parte de los miembros del Seprona", desmiente que haya sufrido heridas en el cuello e insiste en que la colocación de la cámara de foto trampeo -propiedad suya según confirmó el Seprona-, "no guarda relación con el ataque", ya que, siempre según Velarde, "el objeto no se encontraba en el lugar donde ocurrió el suceso y que el oso no se ha visto atraído por la cámara, ya que no ha sido grabado por la misma".

Por el contrario, Velarde no hace ninguna precisión sobre el uso del cebo oloroso que encontraron los agentes en la zona.

En las aclaraciones remitidas a Vive Campoo, Velarde asegura que a él le han transmitido "que si bien el uso de la cámara no está prohibido, es recomendable solicitar un permiso a la Consejería de Medio Ambiente". Al tiempo, asegura que "ha quedado comprobado que el oso estaba encamado antes del ataque". "Yo no sabía que estaba ahí tumbado y lo sorprendí. No estaba avistado previamente".

"Zona frecuentada por corzos"

"Esa zona, al ser húmeda, tiene pastos frescos, por lo que suele estar frecuentada por corzos. Motivo conocido por los vecinos, así me lo enseñaron en su día, y por el cuál lo incluimos los que andamos por ese monte en nuestros recorridos. El día del ataque, parece que el oso había buscado ese frescor para encamar", señala Velarde.

Para finalizar, el vecino de Reinosa aseguró que ya en otra ocasión "avisté un oso en la comarca y entonces lo puse en conocimiento del representante de la Fundación Oso Pardo en la misma".

Durante las conversaciones con el Seprona, concluye el agredido, "me han transmitido que en su opinión se trata de un hecho aislado, de mala suerte por coincidir con el animal encamado y se me ha animado a quitar el miedo y volver al monte".