Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso.
Puede obtener más información, en nuestra Política de Cookies.

Actualidad | Reinosa

“No existe malversación porque las obras bien ejecutadas están pagadas”

“No existe malversación porque las obras bien ejecutadas están pagadas”
  • Julio García asegura que las transferencias de los trabajadores a su cuenta obedecen a un préstamo que él les concedió previamente

  • Los hermanos niegan en sus declaraciones haber realizado varias de las obras y firmar un préstamo

Una semana después de salir publicada en El Diario Montañés una información que recoge la querella criminal interpuesta por los miembros del PP de Reinosa en mayo de 2014 por malversación de caudales públicos, en la que el Juzgado de Primera Instancia de Reinosa investiga si el concejal de Obras del Ayuntamiento de Reinosa, Julio García Sáiz, utilizó testaferros para desviar fondos públicos municipales a su cuenta personal, a través de transferencias de las cuentas de dos hermanos a los que les realizó encargos de pequeñas obras para el Consistorio, el edil asegura que "no existe ningún delito de malversación porque las obras bien ejecutadas están pagadas".

Asimismo, se defiende de las acusaciones, asegurando que el motivo por el que él tuvo acceso a esas cuentas fue una autorización previa de los dos trabajadores, "que ellos firmaron en el banco", a los que también habría concedido un préstamo, "que ellos firmaron ante notario como garantía de pago", con el fin de "anticiparles el dinero dado sus problemas de liquidez" para que, inmediatamente después de cobrar las obras realizadas para el Ayuntamiento, se lo devolvieran.

Julio García Saiz ofrece su visión de los hechos y recuerda que los dos trabajadores acudieron a él en marzo de 2011 para solicitarle trabajo y les concedió "pequeñas obras por necesidad": el saneamiento del ferial, la recogida de pluviales y canalones de la Casa de la Juventud y la sede de la Federación de Peñas, limpieza en el Ebro, en la feria de ganado de San Mateo, en el tanatorio o en el campo de rugby de la finca de los Obeso. Actuaciones para cuya ejecución el Consistorio facilita el material y los dos trabajadores contratados la mano de obra, concepto único por el que se les paga.

"El detonante"

Obras que se ejecutan entre la primavera de 2011 y la del 2012, hasta que esta última (cuya factura se emite el 1 de marzo de 2012) supone -a juicio del edil- "el detonante del conflicto", porque considera que no está bien ejecutada y "bajo el amparo del criterio de los técnicos municipales" decide no pagarles por su realización. En este punto, matiza que él es el encargado de "dar el visto a bueno a la ejecución material de la obra, después Intervención y Tesorería comprueban los datos administrativos, y finalmente autorizan el pago".

Según el edil, al no abonarles la factura del campo de rugby por "mala ejecución" y presupuestada en 3.812 euros, recurren a Reyes Mantilla, portavoz del PP de Reinosa, y "junto a los miembros de su partido proceden a formular la denuncia".

Una vez iniciada la actividad para el Ayuntamiento y comienzan a facturar, no cobran con la misma celeridad en que a ellos se les exige abonar las cuotas de autónomos y demás obligaciones de pago que tienen, ya que en aquellos años el periodo medio de pago del Consistorio rondaba los tres meses y ellos tienen que hacerlo cada mes.

"Les damos trabajo para ayudarles y resulta que les estamos generando a la vez problemas de liquidez, y me encontré en la obligación moral de ayudarles personalmente", dice en su defensa Julio García Saiz.

Y es entonces cuando les sugiere que abran una cuenta de crédito en cualquier banco, "pero dada su situación de solvencia no se les autoriza, y la única solución es darles un préstamo que firman ante notario".

En cuanto al acceso por parte del concejal a la cuenta de los hermanos y las transferencias realizadas por el Ayuntamiento de Reinosa por los trabajos ejecutados y, que prácticamente al momento se transfieren -no necesariamente con el mismo montante- a la cuenta del edil, García Saiz argumenta que existe un documento del Banesto en el que los dos hermanos  a los que les realiza los encargos le dan autorización para realizar dichos movimientos, "ya que previamente les había hecho un préstamo personal para iniciar su actividad". Asimismo, para figurar en su cuenta les exige dos condiciones: "que todos los movimientos se realicen por transferencia y que haya un reconocimiento notarial de la deuda".

Movimientos, préstamos y facturas que tienen que cuadrar


  • En rojo las transferencias a si mismo y familia
  • En verde pagos ayuntamiento
  • En amarillo transferecias suyas/familia a la cuenta
  • En morado pagos a los trabajadores


(ESTAS CIFRAS SE CORRESPONDEN ÚNICAMENTE A LOS MOVIMIENTOS REALIZADOS EN LA CUENTA DE BANESTO, TITULARIDAD DE LOS HERMANOS)

Peguntado por lo desordenado de los movimientos y unas cifras que no coinciden los ingresos por los trabajos con las transferencias inmediatas a su cuenta, García Saiz argumenta que registraba todos los préstamos que les iba dando en un libro menor y que no se planteaba lo que ingresaba cada vez, que los iba haciendo según le solicitaban, porque para eso los tenía anotados.

Según los datos de los extractos bancarios a los que ha tenido acceso este diario, y a falta de cotejarlos con el libro menor que dice tener en su posesión el concejal de Obras, pero que no hará público hasta que se inicie su defensa, para demostrar que después de las relaciones laborales y de préstamo mantenidas con los dos trabajadores todavía le deben a él 1.440 euros, se desprende que: desde el 1 de julio del 2011 hasta el 14 de febrero de 2012, el Ayuntamiento de Reinosa ha ingresado en la cuenta de Banesto de los hermanos 23.393,69 euros.

Por su parte, desde esta cuenta se habrían transferido hasta 35.597 euros a Julio García Sáiz o a la cuenta que el afirma tener en común con su hija, entre el 8 de junio de 2011 hasta el 21 de febrero de 2012.

Y en sentido inverso, el concejal les habría transferido a ellos "en concepto de préstamo" 12.516 euros. A esta cifra habría que añadir otros 6.458,3 euros que transfirió entre junio y noviembre de 2011 a otra cuenta de sus hermanos en la entidad Caja Círculo; un cheque de 4.296,24 euros; más de 4.000 euros de varias sociedades del concejal; 2.500 euros para la adquisición de un dúmper y otros 4.000 euros para adquirir un Peugeot 205 y un Seat Toledo.

Una suma que asciende a un montante de 33.770,54 euros, y que según Julio García cuadraría con varios préstamos más que están registrados pero que fueron entregados en mano, y alguna transferencia menor. En definitiva, en palabras del edil, "todavía me deberían 1.440 euros".


Una cuenta con dos titulares

Por otra parte, en respuesta al hecho de que figure el nombre de su hija en los extractos, el concejal de Obras afirma que se trata de una cuenta conjunta en la que ambos son los titulares y que al realizar las operaciones a través de internet sale por defecto el nombre de ella en algunos casos -por ejemplo, en los préstamos-, y en otras ocasiones el suyo. Asimismo, Vive Campoo ha preguntado en varias entidades bancarias y los empleados han afirmado que cuando se realiza de este modo figura el nombre de la persona que esté puesta en primer lugar.


Denuncias, tres declaraciones y contradicciones

En la denuncia conjunta interpuesta por J.C.O.S. con los miembros del PP de Reinosa el 13 de junio de 2012, el denunciante reconoce que es titular de "una pequeña empresa (Obras y reformas en general) que opera en la zona de Reinosa", y que, "habiendo tenido una relación con el Julio César García Sáiz, quién le había prometido la adjudicación de cuantas obras de reforma tuviera necesidad de acometer la Corporación Municipal, había accedido a abrir, por indicación del mismo concejal, una cuenta en la entidad bancaria Banesto, quedándose aquel con las claves de acceso para realizar operaciones a través de internet". Declaraciones que el edil matiza y asegura que el no dispone de las claves, y que "se las envían al domicilio del titular".

El trabajador reconoce que desde el Ayuntamiento de Reinosa, y a partir del verano de 2011, comenzaron a encargarle a él y a su hermano (J.M.O.S.), con quien trabaja, una serie de obras (edificio de desinfección, en el ferial de ganado, en el río Ebro, en la feria de ganado de San Mateo, en el edificio de la Federación de Peñas o en el tanatorio), "generándose una serie de facturas, que no emitía quién suscribe, sino que eran elaboradas y firmadas por el propio concejal de Obras, Julio Cesar García Sáiz", y que las facturas se ingresaban en la cuenta que ellos tenían, pero, "tras cada transferencia desde la Corporación Municipal , se producía otra hacia su cuenta personal o de su hija", y enumera una serie de transferencias realizadas. En este punto, el concejal lo niega tajantemente y afirma que le autorizan a operar en la cuenta pero "son ellos los que me hacen las transferencias a petición mía".

La denuncia concluye que "parece deducirse que el concejal Julio César García Sáiz se habría servido de mí y de mi hermano, para sustraer dinero público, utilizando el encargo de la realización de obras por el Ayuntamiento de Reinosa".

Ratificación de la denuncia

Menos de un mes después, el 9 de julio, J.C.O.S. vuelve a declarar en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Reinosa, con la obligación de decir la verdad, y "se afirma y ratifica en la denuncia presentada sin tener que añadir o modificarla misma". En este documento, al que también ha tenido acceso Vive Campoo, J.C.O.S. se contradice diciendo que "solo llegó a realizar una de las obras, concretamente la que realizó en la Iglesia de los gitanos, que las demás obras no llegó a realizarlas".

Y lo que es más grave aún, "que Julio César le ingresaba en su cuenta facturas a su favor por todas las supuestas (entre comillas) obras que había realizado el declarante y las cuales realmente no había realizado"; que "una vez se efectuaba lo anterior lo sacaba de la cuenta haciendo transferencias a su favor sin el consentimiento del declarante"; así como también afirma que "no tenía conocimiento que el Ayuntamiento de Reinosa estuviera ingresando en su cuenta facturas de obras realizadas por el declarante", y añade que se dio cuenta con posterioridad.

Asimismo, reconoce que había autorizado al concejal para poder hacer ingresos en la cuenta, "solo para consultas, pero no para que sacara dinero de su cuenta", y concluye con una rocambolesca afirmación en la que "cree que la causa de que le han dejado sacarlo es porque tiene amistad con las personas que trabajan en Banesto".

Por otra parte, también reconoce que trabajaba como autónomo cuando contactó con el concejal, y deja constancia de que en todas las facturas del Ayuntamiento figuraba como "empresa". En este sentido, asegura que al solicitar el borrador de la declaración aparece como que "tiene unos ingresos que no ha percibido y que había trabajo con varias empresas, concretamente, Hoteles Sohican (sic) y Ekus Besaya (sic) a las que no conoce de nada y ha tenido ningún contacto con nadie de esas empresas, y que con la empresa Sierra Prada de la Alsa (el nombre correcto de esta empresa es Prada de Sierra Elsa SL) "en la que Julio César es socio"(algo que han desmentido tanto el concejal como el dueño de la empresa), con la que trabajó en San Felices de Buelna con encargos de albañilería "no habiendo recibido ninguna cantidad por sus trabajos realizados" y "que de esta no tiene ninguna factura que haya realizado ni que le hayan pagado ninguna cantidad".

Para comprobar la veracidad de estas afirmaciones, Vive Campoo se ha puesto en contacto con la empresa Prada de Sierra Elsa SL, radicada en Cartes, y uno de sus copropietarios ha reconocido que los dos hermanos trabajaron en unas obras de su empresa (como autónomos) en 2011, a petición del concejal de Reinosa -a lo que accedió por amistad-, pero que "en ningún caso Julio García Sáiz forma parte de esta empresa".

Verificación de las obras

Cuestión fundamental es determinar si las obras se realizaron realmente, y por lo que Julio García Saiz considera que no hay delito de malversación, ya que a su juicio, el Ayuntamiento, con su visto bueno, pero también desde Tesorería y Alcaldía, realiza el pago de las facturas emitidas por los dos trabajadores. Para ello, se vale un documento-"una plantilla"- que se entrega a los trabajadores municipales del Parque de Obras, en la que se enumeran las obras mencionadas, para que marquen con una equis en aquellos lugares donde los operarios municipales hayan visto trabajar a los estas dos personas.

Respuestas que varían en función de cada uno de los trabajadores (Vive Campoo ha tenido accesos a seis de ellas), al haberlos visto en diferentes obras, pero que sumando todos los testimonios incluyen todas las que recogen las facturas, a excepción de una reparación en un tejado, que en su momento no aparece marcada, pero que sí lo corrobora en declaración testifical uno de ellos el pasado 23 de febrero de 2015.

Nueva declaración tres años después

Nuevamente, el pasado 23 de febrero del presente año, y ante el Ministerio Fiscal, J.C.O.S. reitera que "trabajaba para una empresa de Julio-no figurando el concejal en los documentos de la empresa- y que "cuando necesitaba dinero iba a su casa le daba 500, 700 euros... que nunca firmó un contrato, ni abrió una cuenta en el banco, y que la abrió Julio para hacer pagos de la Seguridad Social".

Además, también niega reconocer las facturas, tener una empresa y emitir facturas, pero que sí "reconoce su firma en un documento que autoriza a Julio para abrir la cuenta" (en referencia a la autorización para operar en su cuenta) aunque nunca ha tenido las claves de la misma, y termina precisando que "firmó en el notario un documento del cual no sabe su contenido y que no ha recibido nunca ningún préstamo de Julio".

Unas declaraciones que a juicio de Julio García Sáiz "son contradictorias y falsas porque los préstamos se realizaron por transferencia o registrados siempre en este concepto".

En la nueva versión, el declarante sostiene que ha "ayudado" al Ayuntamiento pero "solo en el cementerio", que también ha estado en "la Iglesia de los gitanos con Elsa Prada" (sic), "en el ferial, aunque no sabe precisar aquí para qué empresa". Además, niega haber trabajado limpiando el río, no conoce "el patio de las Peñas", pero sí ha trabajado en el campo de rugby, y que en "las casetas de las fiestas también ayudó". Por otra parte, afirma que no se ha considerado "perjudicado", y se sincera con unas afirmaciones indicando que "en aquella época tenía problemas de adicción, que se marchó de aquí y no quiso saber más de esta cuestión".

Asimismo, a preguntas de la Letrada de la acusación reconoce que "en su primera declaración tenía problemas de drogadicción y por eso no recordaba muchas cosas" y que en el momento de aquella declaración "Julio estuvo en su casa y por eso declaró sintiéndose amenazado por lo que le había dicho y que más o menos Julio le dijo lo que tenía que decir".

Ya en el turno de preguntas de la defensa, el declarante precisó que "la autorización que firma para que julio gestionara la cuenta fue cuando vinieron a Reinosa a hacer las obras del Ayuntamiento y que trabajaba como autónomo", siendo Julio el encargado de administrarlo todo y que le daba todos los meses dinero". Cuantía que no supo precisar, "pero en aquella época tenía un problema de adicción a las drogas y le costaba todo lo que tenía, que eran 800 o 900 euros".

Uno de los trabajadores niega firmar el préstamo

También esta semana, su hermano J.M.O.S. fue llamado a declarar como testigo y afirmó haber trabajado en el tanatorio y en "la Iglesia de los gitanos", pero no en el ferial, ni en el campo de rugby o la limpieza del río.

Además, señaló que ellos "no firmaron nada en el banco pero que sí reconoce su firma en un papel del banco y que no tenía conocimiento de que firmando ese documento autorizaba al edil para disponer de la cuenta, y que tampoco tenía las claves.
Niega haber recibido un préstamo de 12.000 euros por parte de Julio García Sáiz y que "en relación a la obras del Ayuntamiento no le pagaron nada", sino que "recibía el sueldo de la empresa para la que estaba contratado. Por último, a preguntas de la defensa, mantiene que "nunca he recibido un préstamo de Julio" y también desmiente haber firmado un documento sobre el mismo, porque "el único documento" en el que puso su rúbrica fue el que autorizaba al concejal a operar en su cuenta.

Por su parte, y para sostener su versión de los hechos, el concejal de Obras apunta que "hasta ahora solo se han practicado las pruebas de cargo de la acusación particular y el interrogatorio del Ministerio Fiscal, sin haber iniciado la fase de defensa" y lamenta que se le "haya juzgado ya mediáticamente", a através de "una información interesada y sesgada de la realidad, en la que "se ha omitido intencionadamente la palabra ‘presta' (en referencia al dinero ingresado por él en la cuenta de los hermanos) en el extracto hecho público el pasado domingo".