Sergio Balbontín acaba de ser reelegido secretario general del PSOE de Reinosa con el apoyo del 82 por ciento de la militancia. Se ha vuelto a presentar porque se siente arropado por sus compañeros y su partido y porque sostiene que el "proyecto de cambio" iniciado en 2017 "no ha hecho más que comenzar". Desde la oposición en el Ayuntamiento de Reinosa critica la gestión del pacto PRC-PP y lamenta que no haya un plan a medio y largo plazo para la ciudad. Hace tres años tuvo ocasión de reeditar pacto de gobierno con los regionalistas -el pacto 'natural' en Cantabria-, pero no lo hizo y en esta entrevista explica los motivos.
Para Balbontín, la coalición entre regionalistas y populares ha supuesto "tirar cuatro años por la borda" y considera que se trata de un pacto "incómodo desde el primer día" en el que el alcalde, José Miguel Barrio, es el único que ejerce el control.
Más allá de las críticas, el secretario general de los socialistas reinosanos mantiene que la capital campurriana está "llena de posibilidades" y aboga por una gestión "desde la participación activa". Además, cree que su papel dentro de la comarca debe ser el de liderar un proyecto común entre los once municipios: la Merindad de Campoo.
También le hemos preguntado sobre hipotéticos pactos tras las elecciones de 2023 y, sin comprometerse aún, matiza que "no es cuestión de nombres, lo es de proyectos", pero aspira a que el suyo obtenga el apoyo mayoritario de sus vecinos.
-¿Por qué se ha presentado a la reelección?
Lo primero, porque siento el apoyo mayoritario de todos mis compañeros de agrupación y la confianza total y absoluta de mi partido a nivel regional. Y lo segundo, porque el proyecto de cambio por el que estamos trabajando desde noviembre 2017, cuando fui elegido secretario general del partido, y portavoz en el ayuntamiento en 2018, no ha hecho más que comenzar, y aún no lo he podido desarrollar del todo. Un proyecto de cambio para Reinosa en el que creo firmemente y para el que necesitamos a todos los vecinos de la ciudad, para que juntos, volvamos a poner a Reinosa en el lugar que se merece. Hoy es más urgente que nunca un cambio de ideas y de mentalidad, otra forma de gobernar. Se ha dejado de pensar en el beneficio de los reinosanos y reinosanas, y desde luego, ese será, como así lo llevo demostrando durante estos años, mi primer compromiso y responsabilidad.
-¿En qué ha cambiado el PSOE de Reinosa en los últimos años?
El PSOE de Reinosa había desaparecido de las calles; éramos distantes y opacos. Necesitábamos con urgencia un trasplante de corazón, un giro de 180 grados en la manera de hacer las cosas y de abrirnos y de estar en la sociedad, en la manera también, de relacionarnos con nuestros vecinos. No podemos olvidar que en las elecciones de 2015 habíamos tocado fondo, cosechando el peor resultado histórico del partido en unas elecciones locales en Reinosa; 2 concejales y un 15% del voto. Habíamos dejado de ser cercanos a la gente, de hablar como la gente, de ser como la gente. Necesitábamos un cambio generacional y de formas urgente. Y entonces empezamos a escucharles y a pisar los barrios y las calles, y a trabajar desde el primer día para cambiar nuestros perfiles y nuestra actitud e imagen pública de arriba a abajo. Fruto de esos cambios y de ese intenso trabajo, en 2019 ganamos ya un concejal, siendo el único partido que subió en votos en Reinosa y además en un 34%. Obteniendo el mejor resultado en porcentaje de voto desde 1999 y eso estando en un escenario fragmentado. Y así hemos seguido trabajando desde entonces, en este proyecto que no es nuestro, que es un proyecto común de todas aquellas personas que no sólo quieren una Reinosa mejor, sino un proyecto ambicioso y de futuro que saque a nuestro municipio del pozo sin fondo en el que nos han metido durante estos últimos años.
-¿Cuáles considera que son las principales carencias que hay en la ciudad?
Lo primero que necesita Reinosa, y que ahora no tiene, es un alcalde que esté al 100% trabajando y comprometido con su ciudad. Un alcalde con ganas, fuerza e ilusiones renovadas. Hace falta otra mentalidad; ser ambiciosos y pensar en grande. La principal carencia que llevamos padeciendo durante tantos años es que no hay un plan a medio y largo plazo para la ciudad. Carecemos de un proyecto para desarrollar y gestionar de manera eficiente y moderna nuestro polígono industrial. Carecemos de un plan integral de turismo que englobe y haga partícipe a toda la comarca. No hay un plan ni se ponen medios para parar la sangría de población que estamos sufriendo. Nuestros jóvenes no tienen ni alternativas de ocio ni alternativas de empleo. No se escucha a la gente, se han abandonado a los barrios. Hay auténtica dejadez en cuidar nuestras zonas verdes y jardines. Dejadez en cuidar y mimar nuestra imagen; rotondas, jardines, fuentes, mobiliario urbano, aceras, casas, obras, etc. Y lo que es más grave, que no se ve tanto pero lo sufrimos todos, es lo que está pasando de puertas hacia dentro; hay una terrible dejación de funciones y una alarmante falta de vocación de servicio público, de organización y de planificación para gobernar una ciudad como Reinosa.
-Siempre ha sido crítico con el pacto de gobierno PRC-PP, ¿por qué?
He sido crítico desde el primer momento con este pacto porque la primera medida que tomaron nada más acceder al cargo fue la de subirse el sueldo un 23%. Es importante no olvidar que estamos ante el equipo de gobierno más caro de nuestra democracia. 108.000€ al año que algunos parece que olvidan que salen del bolsillo de todos los vecinos de Reinosa. Pero eso no es lo más grave y podría llegar a ser una crítica vacía sin más, ya que yo sí creo en que el político para poder desarrollar a pleno rendimiento su trabajo pueda estar liberado, además de que podemos correr el riesgo de que solo quieran serlo aquellos que tienen ese asunto solucionado. Aunque por encima de todo esto debe estar el deseo de contribuir al bien general, esta debe ser la premisa que guíe a cualquier persona para ser político, muy por encima del sueldo o de la notoriedad social que proporcione. Lo más grave, es que aquí no han justificado con resultados y buena gestión esos sueldos. Y lo dije y lo mantengo, porque el tiempo me ha dado la razón: fue un pacto para cubrir sus propios intereses personales y no los intereses generales de toda Reinosa.
-¿Cree que hay una correlación de fuerzas entre ambos o ejerce más control un partido que otro?
La única fuerza y el único control es la fuerza y el control del Sr. alcalde. No olvidemos que este fue un pacto obligado y no deseado. Un pacto muy incómodo desde el primer día. Sus socios de gobierno son un mal necesario. Además no hay ningún tipo de trabajo en equipo, no hay reuniones periódicas semanales para poner el trabajo en común y que la mano derecha sepa lo que hace la mano izquierda. "Equipo de gobierno" es un eufemismo, no existe. El propio alcalde ha quitado durante estos años infinidad de competencias a su socio de gobierno asumiéndolas él mismo. Pero el PP no ha tenido el valor ni la dignidad de decir, hasta aquí hemos llegado, así no se puede trabajar, no queremos ser cómplices de todo esto. Pero ahora ya lo son y no tienen excusa. Este pacto ha seguido adelante, repito, anteponiendo el interés personal al interés general.
-¿Qué ha significado el actual pacto de gobierno para Reinosa durante estos tres años de legislatura?
Sin ninguna duda este pacto ha tirado cuatro años por la borda. Y ha hecho perder a Reinosa el tren de la recuperación, de las ayudas europeas y del futuro. Es importante resaltar que hay un gobierno regional PRC-PSOE que hemos desperdiciado. Hay concejales de área que en estos 3 años no se han reunido ni una sola vez con un Director general del gobierno de Cantabria. Que no han pisado un sólo despacho de una Consejería de Cantabria, que no han llamado a una sola puerta. Este pacto ha hipotecado nuestro futuro durante 15 años con un crédito de 2.600.000€ para obras totalmente no prioritarias. Un pacto que está dilapidando nuestros ahorros en forma de remanente para pagar juicios o asumir casi 500.000€ a 5 años por no haber ejercido el control, del que eras máximo responsable, del contrato del matadero durante más de 7 años, por ejemplo.
-¿Cómo ve su ciudad ahora y cómo la imagina en 5 años? ¿Cuál es ese otro modelo de ciudad posible al que hace alusión constantemente y en qué se diferenciaría del actual?
Reinosa es una ciudad maravillosa que goza de un entorno envidiable y lleno de posibilidades. Lo tenemos todo para atraer talento, industria e inversión. Pero si no cambiamos la forma de hacer las cosas y de trabajar seguiremos en caída libre y seguiremos quedándonos atrás y perdiendo oportunidades. Mi modelo de ciudad es una ciudad que se viva en presente, se gestione para afrontar el futuro, pero que debemos entenderla mirando al pasado. Hablar de modelo de ciudad, conlleva hablar de muchos conceptos: de urbanismo, de equipamientos, infraestructuras, de arquitectura, de arte, de cultura, de medio ambiente, de trabajo, del espacio de convivencia donde todos desarrollamos nuestras vidas, y del estado de la ciudad, porque del estado de sus equipamientos, infraestructuras, industrias, comercios, parques..., depende en gran medida, nuestra calidad de vida y nuestra felicidad. Y desde hace muchos años todo ese espacio común, donde compartimos nuestras vidas está totalmente abandonado. A Reinosa hay que gestionarla y desarrollarla desde la participación activa. Y ahora mismo se gobierna de espaldas a la gente. Durante estos últimos años hemos sufrido inundaciones, una pandemia, vecinos a los que se les caen sus propios hogares, cierres de fábricas, etc. Y el ayuntamiento, que debe ser el órgano más cercano al ciudadano, no ha estado a la altura de lo que las circunstancias extraordinarias exigían. Por eso mi modelo de ciudad es aquel en el que su ayuntamiento sea cercano y sensible a los problemas de la gente, realizando políticas de cohesión social, de participación ciudadana, y donde a todos los agentes sociales y asociaciones de vecinos, les impliquemos de manera rigurosa para que estén implicados y comprometidos en poner en valor la ciudad y su desarrollo económico y social. Además, mi modelo de gestión y de ciudad es el de un ayuntamiento que tiene la obligación de reducir gastos, externalizando menos, utilizando más las nuevas tecnologías, reduciendo gastos de publicidad y dietas y actualizando la RPT de nuestros trabajadores para crear empleo, estar más organizados y ser más eficientes y sostenibles. Aspiro a una ciudad más atractiva, que atraiga turismo, industrias, comercios... Una ciudad verde que proteja su patrimonio y medio ambiente y que promueva el desarrollo económico mejorando y potenciando su polígono industrial, que agilice sus procesos administrativos, que apoye y potencia a su comercio, que genere riqueza y cree empleo. Aspiro a una ciudad más viva y exigente, que esté sometida a un constante debate y reflexión, de la ciudadanía reinosana.
-¿Qué papel debe ocupar Reinosa dentro de la comarca campurriana?
Reinosa es la capital de Campoo y es la que ofrece los principales servicios como cabecera de comarca que es. Pero aparte de eso, que es evidente, Reinosa ha dejado hace muchos años ya de ejercer como tal. Reinosa debería liderar el proyecto común de la "Merindad de Campoo", que debería de ser una prioridad para los alcaldes de todos los ayuntamientos de esta comarca, sean del color que sean. Cuyo principal objetivo sería el de fomentar la ejecución conjunta de obras y servicios a través de un proceso participativo a fin de resolver una serie de problemas comunes, o el de potenciar el aprovechamiento de una serie de recursos existentes. Una participación de una gestión común que además redundaría en un desarrollo superior de cada municipio. Porque yendo todos juntos de la mano seríamos más fuertes en las instituciones y podríamos acceder como comarca a muchas ayudas y subvenciones. Hace 7 años se aprobó en el pleno del ayuntamiento de Reinosa una moción para crear una mesa de comarca que se reuniera de manera asidua para asentar las bases de este proyecto común de comarca. El alcalde de Reinosa, que como alcalde de la capital tenía el mandato de constituirla, en 7 años no la ha convocado ni una sola vez, pero tampoco nadie se la reclama.
Aquí cada alcalde mira por lo suyo, aquí lo fácil; comodidad y no me des más preocupaciones. Los unos no se hablan con los otros, y cada uno acude a tal o cual reunión, o apoya una u otra propuesta dependiendo del color del partido político del alcalde que lo proponga. Luego nos quejamos de que Campoo está en clara depresión y de que desde el litoral se nos ignora. No existe una política comarcal que fomente la participación y planificación de actuaciones supramunicipales de carácter conjunto. Pero todo esto es imposible que cambie porque los principales ayuntamientos de nuestra comarca siguen siendo gobernados por los mismos desde hace 20 años. Mismas personas, mismos resultados. El pasado 1 de mayo los sindicatos apelaban a crear un plan de empleo conjunto para la comarca de Campoo. Y a mí me daba la risa, si no son capaces ni de sentarse a una mesa para hablar de intereses comunes ni una sola vez al año. Y aquí es donde debería estar el liderazgo de Reinosa como capital de comarca, y donde un alcalde que ejerciera como alcalde de verdad, debería ponerse al frente y enarbolar esta bandera. Todos y cada uno de los representantes políticos, sin importar el partido al que pertenezcamos, debemos de tener el deber ético de unirnos ante las adversidades que afronta Campoo y su modelo rural, industrial y social. Cohesionar es crecer y crecer, sea cual sea el lugar donde vivamos, es igualdad y es ganar.
-Tuvo ocasión de haber formado parte del pacto de Gobierno con el PRC, el pacto ‘natural' en Cantabria durante estos últimos años. ¿Por qué no lo aceptó; qué le ofrecían y que pedía usted?
No lo acepté porque lo primero y único que se me ofreció fue dinero, un buen sueldo y un sillón. Y no estaba dispuesto a tener sueldo y sillón a cambio de no tener ni proyecto ni plan de ciudad durante cuatro años. En campaña fui muy claro y rotundo, y lo sigo siendo ahora: la única manera que hay para poder cambiar las cosas es desde la alcaldía. Y yo sabía que iba a estar atado de pies y manos y que no iba a poder hacer lo que prometí que iba a hacer sin tener la alcaldía. Tengo experiencia en eso, sé de lo que hablo. Y no quería ser cómplice, no quería luego poner excusas. No me parecía ni moral ni responsable hacerlo. Y sí, elegimos el camino más duro y difícil como es el de la oposición, lo sé. Tomamos el camino que nadie toma para diferenciarnos y poder ser hoy día alternativa, para poder tener una oportunidad. Para demostrar que no todos somos iguales y que hay otra manera de ser político y de dignificar la política. Y tuve presiones de todo tipo y no se entendió en muchos ámbitos políticos de esta región ni de mi propio partido. A los políticos se nos pide coherencia y honestidad, por eso me siento muy orgulloso por la decisión tomada, por dura que haya sido. Pero puedo pasear todos los días por Reinosa con la cabeza bien alta y pudiendo mirar a mis vecinos a la cara. Y eso sí que no tiene precio.
-Si en un hipotético escenario de pactos necesario para gobernar tras las elecciones del año que viene, y el actual alcalde se sigue presentado por el PRC, pactaría con él? ¿Y si cambia el cabeza de lista en el mismo partido?
Aspiro a que el proyecto de cambio que represento tenga el respaldo mayoritario de mis vecinos. La gente está harta, cansada, me paran por la calle, me lo transmiten todos los días. Me alientan, me dan fuerzas para seguir. Siento, hablando con mis vecinos, que hay un hartazgo y un cansancio generalizado. Necesitamos un nuevo tiempo, y un nuevo rumbo, un nuevo aire, abrir las ventanas de par en par. Por eso, no contemplo otra cosa que no sea ganar las elecciones en 2023. No es cuestión de nombres, lo es de proyectos. Esto va de tener un plan para Reinosa en el que crea, que pueda defender y por el que me pueda partir la cara allá donde vaya. Desde la alcaldía estoy abierto a hablar y a llegar a acuerdos con todo el mundo, creo en el diálogo como el mejor barco para alcanzar cualquier puerto. Y, además, en una ciudad como Reinosa, siento de corazón que esto no va de partidos políticos, esto va de personas con proyectos centrados en los vecinos.
-¿Cree que Reinosa, con un escenario tan fragmentado, se puede gobernar sin coaliciones?
Por supuesto. Y aunque no fuera fácil y exigiría de mucha cintura política, igual sería lo ideal y lo más sano. Sin duda podría ser la mejor manera de no acomodarse, y de poder llegar a acuerdos más amplios, contando con todos para que a través del consenso y del diálogo se puedan llevar adelante proyectos comunes, que tengan un mayor respaldo y una mayor representación ciudadana. Esto, además, estoy seguro que consolidaría una opinión pública más favorable y fomentaría el respeto a la diversidad, la tolerancia, la solidaridad, la integración y la confianza en el gobierno de turno. Además, los gobiernos de coalición, como estamos siendo testigos en Reinosa, tampoco nos aseguran servir a la gente como la gente se merece. Asimismo, muchos malos gobernantes usan las coaliciones para apartar de manera autómata y sistemática a aquellos partidos de los que no necesitan sus votos. Aunque no nos engañemos, gobernar sin coaliciones tampoco sería una tarea fácil, como decía antes. Aún creo que hace falta mucha madurez política en este aspecto.
-¿Dónde se ve dentro de un año?
Me veo donde me pongan mis vecinos. Si es de alcalde, lo haré con la mayor honestidad y responsabilidad, y aunque no tengo una varita mágica, y aun sabiendo perfectamente la situación que nos íbamos a encontrar, trabajaría sin descanso desde el primer día con toda la ilusión y profesionalidad para poner a Reinosa en el lugar que se merece y revertir la situación en la que ahora nos encontramos.