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Opinión | Campoo

"No al tarifazo eléctrico"

El secretario de Salud Laboral y Medio Ambiente de CC OO Cantabria, Alberto López Allende, explica la escalada del precio de la luz

El precio de la electricidad está siendo objeto, durante los últimos meses y especialmente en las últimas semanas, de una fuerte controversia en nuestro país y está provocado un rechazo unánime de la ciudadanía. Esta subida del recibo de la luz, progresiva desde hace años y escandalosa, va a empobrecer aún más a las familias campurrianas, a las empresas y va a repercutir negativamente en la recuperación económica de la comarca y España. 

Así, las sucesivas subidas de la luz registradas en España, han permitido ingresar 21.600 millones de euros adicionales a las compañías eléctricas desde que se inició la crisis económica. Según datos de la organización estatal de consumidores FACUA, el encarecimiento del recibo entre el 2008 y 2013 ha sido superior al 60%, al pasar de 50 euros de media mensual a 81 euros actuales, según recogen los datos de FACUA.

Actualmente ya son más de 3 millones de hogares españoles los que se encuentran en situación de pobreza energética; cerca del 20% de las familias. No sirve de nada que el Gobierno pretenda ahora atribuirse una función justiciera, suavizando las subidas de las eléctricas, en un ejercicio de « cinismo», seguramente pactado de antemano.

Desde la reforma de 1997, realizada por Rato, Ministro de Economía entonces, el Estado ha acumulado una deuda de entre 26.000 y 30.000 millones de euros. Ahora el ministro Jóse Manuel Soria, pretende resolver este despropósito repercutiéndolo en el recibo del consumo eléctrico, con unas consecuencias de escándalo y agravando la ya maltrecha situación económica.

El Gobierno instaura un sistema que hace recaer de nuevo en los ciudadanos, no solo el pago de los costes de generación, sino también la deuda que se ha generado, mediante políticas que solo han beneficiado a las grandes empresas eléctricas.

Ha llegado el momento de decir «basta». Hay que reformar con urgencia el sistema de fijación de precios, que permita que la tarifa española se aproxime a la media de los países de nuestro entorno. Si no se instrumentan unas reglas de juego claras, que ponga luz al oscuro sistema de las subastas que determina el coste teórico de la electricidad, la sociedad española seguirá regalando ingentes cantidades económicas a sectores privados y la ciudadanía seguiremos pagándolo con tremendas repercusiones en el bienestar y en los bolsillos.

Ya está bien de que los salarios se sigan devaluado; de que las pensiones experimenten una ridícula subida; de que la crisis haya servido de coartada al Gobierno y a los poderes financieros para asestar un clarísimo golpe a los derechos sociales y económicos de los trabajadores y trabajadoras, y de la inmensa mayoría de la sociedad...Ya está bien de que la luz no pare de subir...