Las precipitaciones de abril estuvieron ligeramente por debajo de la media, a pesar de que la lluvia apareció con frecuencia y se extendió por toda la región: 16 días de lluvia se registraron en Mataporquera y Terán de Cabuérniga; 14 días en Villacarriedo y 13 en Ojáiz, por ejemplo. Con carácter general se recogió, aproximadamente, un 10% menos de la cantidad esperada en abril. Los episodios de mayor acumulación se produjeron los días 3 y 18. En el primero la lluvia se concentró en los valles centrales y orientales, recogiéndose más de 30 mm en varias estaciones; mientras que en el segundo, las comarcas que recibieron más lluvia fueron los valles del centro y oeste, así como las comarcas del Ebro y Liébana -25 mm en Bárcena Mayor, 31 en Fuente De y 26 mm en Nestares, entre otras cantidades-.
Las temperaturas han ascendido progresivamente a lo largo del mes. Se inició abril con un ambiente térmico casi invernal, acentuado por las nevadas de la primera semana. El día 4 se registraron las temperaturas más bajas del mes: Nestares, -7,4ºC; Cubillo de Ebro, -7,0ºC o Fuente Dé, -3,0ºC. Las temperaturas más altas se registraron entre los días quince y dieciocho, cuando la llegada de una gran borrasca atlántica favoreció la entrada de aire procedente del norte de África, que elevó las temperaturas por encima de 25ºC en localidades como Torrelavega, Ramales, San Felices o Villacarriedo.
La insolación estuvo en los valores normales, o ligeramente por encima. En el Aeropuerto de Santander ha brillado el sol durante 163 h, un 9% por encima de lo normal.
El viento recorrió en el observatorio del aeropuerto de Santander 9088 km durante el mes, ligeramente por encima de la cifra esperada de 8863 km, con un incremento apreciable de la frecuencia de la dirección suroeste, respecto de la media.
Se detectaron más de 1200 descargas procedentes de rayos sobre la región, en 9 días de tormenta.
Los días 15 y 9 fueron los de mayor actividad eléctrica con 800 y 300 descargas, respectivamente.
Descripción sinóptica
La mayor parte del mes las áreas anticiclónicas se mantuvieron alejadas del Cantábrico, al oeste o al sur de las Azores, lo que dejó la región bajo la influencia del paso de distintas borrascas atlánticas, asociado con predominio de la circulación zonal o del suroeste. Durante el paso de los sistemas de bajas presiones, se alternaron periodos de vientos de norte, que trajeron la nieve en la primera semana, con otros del suroeste que favoreció el aumento de temperaturas y de inestabilidad, que desembocó en tormentas a mediados de mes. Solo al final de abril el anticiclón se centró sobre las Azores extendiéndose en cuña sobre el Cantábrico.
