Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso.
Puede obtener más información, en nuestra Política de Cookies.

Cultura | Reinosa

Un mundo no tan lejano

Una distopía ambientada en una catástrofe nuclear

'Metro 2033', de Dmitri Glukhosvsky

Metro 2033 es una novela de ciencia-ficción que refleja una distopía del escritor ruso Dmitri Glujovski. Esta obra fue originalmente publicada en la página web del escritor de modo gratuito y por capítulos (al estilo de las novelas por entregas de los primeros títulos del genero que se dieron a conocer en revistas pulp, ya legendarias) con un extraordinario éxito de lectores a los que incluso les estaba permitido participar en la propia historia. Por otra parte, entre los más jóvenes, su argumento es más conocido por un videojuego creado en 2010 que por el propio libro, aunque es una novela interesante y sorprendente en la que se describe un mundo cerrado, asfixiante, consecuencia de una terrible catástrofe nuclear.

Los supervivientes de ese holocausto viven refugiados de la amenaza exterior en las estaciones del Metro de Moscú, donde se ha ido formando un microcosmos nuevo que, sin embargo, posee todos los vicios y virtudes de las antiguas sociedades humanas. Aunque ha pasado poco tiempo, apenas 30 años, sin embargo, en ese corto periodo de tiempo -en el que las leyes, las costumbres y las relaciones se han quebrado para siempre- ha tenido lugar una drástica y dramática reconversión que ha dado lugar a nuevas leyendas y tradiciones que buscan adecuar el modelo de sociedad a las condiciones y peligros de ese nuevo momento de la humanidad. Los habitantes del Metro desconocen lo ocurrido afuera, apenas salen a la superficie, no saben si hay más supervivientes que ellos mismos refugiados en túneles o subterráneos, y tampoco cuentan con ninguna posibilidad de comunicarse con nadie.

Solo algunos valientes, los nuevos héroes, pertrechados con los escasos restos tecnológicos de la vieja civilización que aún funcionan, se atreven a salir al exterior y se adentran en el caos de la superficie para conseguir objetos que pueden ser útiles en su mundo bajo tierra. Los distintos grupos humanos herederos de aquellos que estaban en el metro cuando sucedió la catástrofe, han ido dando forma y carácter a sus poblados de manera que cada sector del metro o cada estación ha desarrollado un modo y una estructura diferentes que representan, de algún modo, la historia de la humanidad, así hay líneas de metro dominadas por la Hansa, pobre heredera de la poderosa organización medieval que desarrolló el comercio en las ciudades del norte de Europa, o el IV Reich con una ideología nacionalsocialista, o los comunistas, enemistados, como no podía ser de otro modo, con los partidarios del libre comercio unidos en la Hansa, o pequeñas y lejanas estaciones misteriosas, etc. y entre todas ellas señorea el miedo y la desconfianza, afianzados por otro gran terror que sobrecoge a todos los habitantes del subsuelo, y que son las criaturas mutantes que surgieron como consecuencia de la radioactividad y que han logrado penetrar en las galerías y túneles aterrorizando a la población del metro y amenazando su precario sistema de vida.

Además de la descripción del modo de vida tan difícil y frágil de los supervivientes de una devastadora guerra nuclear y las muy variadas aventuras del protagonista, la novela cuenta con un final impactante e inesperado que no deja indiferente a nadie y que constituye un magnífico colofón para este libro ameno e inquietante.

METRO 2033
DMITRI GLUKHOSVSKY
BARCELONA: TIMUN MAS, 2009