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Campurrianos en Sochi 2014

"Mejorar el puesto de Vancouver y estar entre los treinta primeros sería un éxito"

Javier Gutiérrez Cuevas, esquiador olímpico

Faltan unas horas para que Javier Gutiérrez Cuevas debute en los Juegos Olímpicos de Sochi. Será en la prueba de skialthlon, consistente en 15 kilómetros técnica clásica y otros 15 kilómetros en patinador. Un total de 30 kilómetros con los que el fondista campurriano iniciará su andadura deportiva en la ciudad rusa.

Además de esta prueba, Gutiérrez Cuevas competirá en otras dos más: el 14 de febrero en 15 kilómetros técnica clásica individual y el 23, coincidiendo con la clausura, afrontará su prueba predilecta, los 50 kilómetros salida en masa.

En esta última es en la que más ilusiones tiene depositadas, "es una distancia larga y es donde mejor me defiendo". En este sentido, se marca como objetivo "realista" mejorar el puesto de Vancouver (40), y como "un gran éxito" acabar entre los 30 primeros, y lograr así una plaza más en la Copa del Mundo para el equipo español.

Considera que llega en un momento de forma "bastante bueno", aunque "algo cansado", y reconoce que el camino hasta Sochi "ha sido duro". No tanto por garantizar su plaza en la cita olímpica, sino por tener que competir en un gran número de pruebas para lograr los puntos suficientes y obtener una tercera plaza para el equipo, aumentando así la presencia española en Sochi. Su gran trabajo y el de sus compañeros han dado sus frutos y han conseguido esa meta; además de él, participarán los fondistas Imanol Rojo y Laura Orgué.

Asimismo, subraya como el momento decisivo para garantizar su presencia en los Juegos la decimosexta posición que consiguió en la Marathón Cup de Livignio en Italia. Una prueba de 42 kilómetros en la que solo le separó del ganador una diferencia de 45 segundos.

Cuando habla de esa fatiga no le faltan motivos, y es que desde el 15 de noviembre hasta el 20 de enero ha mantenido una actividad frenética. Salvo la semana previa a Sochi 2014, no había pasado por su casa de Villar, en Campoo de Suso, desde el 2 de enero. En cierto modo, algo habitual para su estilo de vida nómada, con más de 250 días fuera de su hogar, viajando por todo el mundo en busca de nieve.

Preguntado por cómo ha cambiado su manera de esquiar entre la primera olimpiada y esta segunda, asegura que en cuatro años ha adquirido mucha experiencia, "conozco mejor como responde mi cuerpo, he aprendido a dosificar y sé cuándo parar".

Por otra parte, y comparando las condiciones del esquí en España con el nivel de las potencias mundiales, apunta a la cuestión económica como factor fundamental. "La crisis también se nota con los recortes de las ayudas públicas en nuestro deporte. No pisamos la nieve suficiente y tampoco tenemos los mismos materiales que usan los esquiadores nórdicos o centroeuropeos", matiza.

En cuanto a la situación actual de esquí de fondo, el campurriano apunta que ha experimentado una evolución y un salto importante en su profesionalización. Cita un ejemplo y comenta que para acudir a los Juegos ha conseguido básicamente los mismos puntos que en la cita de Vancouver, y sin embrago ha pasado del puesto 140 al 215. "Cada vez hay más nivel y menos diferencias entre los fondistas", precisa.

Reitera que estar entre los treinta primeros en la prueba de 50 kilómetros "sería volver a casa con una sensación de superación personal increíble". Esa es la meta de este fondista- "De las medallas mejor no hablar, los milagros a Lourdes no a Sochi, que aquí nos conocemos todos", puntualiza con pragmatismo.

Una semana antes de la prueba de hoy, comentaba que confiaba en recuperarse y volver a estar en su mejor estado de forma. Indicó que un punto a favor es la distancia de varios días que tiene para descansar entre las tres pruebas. Hoy, cuatro días después de su llegada a la villa olímpica, y emocionado con la vorágine que supone participar en una olimpiada, se dispone a recorrer 30 kilómetros con los esquís, dejando a un lado esa fatiga previa y recurriendo a la experiencia que ha obtenido miles de kilómetros después de Vancouver.

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