Hace veinte años, un 5 de junio, el entonces presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, inauguraba las obras de mejora del firme y seguridad vial de la CA-280, la carretera que une el valle de Cabuérniga y Espinilla, en el tramo correspondiente entre El Tojo y la capital de la Hermandad de Campoo de Suso, unos 26,5 kilómetros de longitud. La inversión global de las obras, financiadas por el Gobierno regional, fue de alrededor de 5,2 millones de euros.
Los trabajos en esta carretera se inauguraron dentro de la programación regional de la Semana del Medio Ambiente. Este vial que une el valle de Cabuérniga con la comarca campurriana a través del municipio de la Hermandad de Campoo de Suso, atraviesa masas de robles y hayas, cruzando el suroeste del parque natural Saja-Besaya para llegar al puerto de Palombera.
Revilla estuvo acompañado de su consejero de Obras Públicas, José María Mazón, y de los alcaldes de Los Tojos y de la Hermandad de Campoo de Suso, que continúan como mandatarios municipales, Belén Ceballos y Pedro Luis Gutiérrez.
Para los responsables de las consejerías de Obras Públicas y Medio Ambiente, esta obra supuso un "ejemplo pionero en España en la aplicación de medidas de defensa medioambiental, gracias a la utilización de un modelo de bioingeniería en la materialización de las obras", apostando, apostillaron los consejeros, "en desarrollar un sistema que respetase el entorno de la carretera, que trascurre por el corazón del parque natural Saja- Besaya, integrando la obra en el paisaje y recuperando las zonas afectadas y el patrimonio histórico".
Entre los trabajos que se ejecutaron en el año 2004 cabe destacar el ensanchamiento de la plataforma, hasta una anchura de 6 metros, junto con la corrección de curvas, renovación del tablero de un pontón, mejora de señalización y medios de seguridad, En el trazado se instalaron barreras de seguridad de madera de pino.
Según señaló Pedro Luis Gutiérrez, la obra supuso un "nuevo hito para Campoo", mostrando su "satisfacción" por la finalización de los trabajo. "Esta vía nos acerca a la costa y nos une aún más, si cabe, con los ayuntamientos, que, junto al nuestro, conforman la Mancomunidad Campoo-Cabuérniga (Ruente, Los Tojos y Cabuérniga) con la que mantenemos una estrecha relación".
El actual regidor de la Hermandad de Campoo de Suso manifestó hace dos décadas que "el trazado ha sido muy respetuoso con el medio ambiente, siguiendo siempre las pautas marchadas por los informes medioambientales. Tanto el balizamiento, en su mayor parte de madera, como las cunetas, los taludes y los sistemas de desagües (construidos a partir de piedra arenisca, la típica de la zona), dan cuenta de la importancia y el respeto existente hacia el medio ambiente en este renovado trazado de montaña".
Tras cuatro años de construcción, se inauguró en 1889
Lo cuenta en su libro "Reinosa y la Merindad de Campoo" el que fuese concejal de Cultura y, más tarde, alcalde de Reinosa, Ramón Cantón, premiado con la Medalla de Plata por su atención a la vida cultural y artística de Reinosa y Pantortilla de Oro en 1980. Cantón, en uno de sus capítulos sobre la historia de la comarca campurriana explica la importante mejora que afectó a Reinosa con la instalación del alumbrado público en 1894 (hace 130 años) o la conclusión, en noviembre de 1889, de la carretera de Palombera, tras cuatro años en construcción.
Con motivo de la entrega, narra Cantón, se celebró un acto en el cual, el señor de la Venta de Tajahierro, su propietario Ángel de los Ríos, "el sordo de Proaño", brindó con un vino de elaboración campurriana junto a los técnicos de la carretera. La venta de Tajahierro está emplazada en las primeras brañas de Palombera y su propietario la construyó a partir de una pared de roca viva.