Alumnos y voluntarios del CEIP Valdeolea participaron hace unas semanas en el chequeo fluvial del proyecto '¡Explora tu río!' de la Red Cántabra de Desarrollo Rural para determinar el estado ecológico del río Camesa, convirtiéndose en pequeños científicos, en una mañana soleada, pero con las aguas "bastante frías", afirmaron.
Se realizó una limpieza y recogida de residuos en la ribera del Camesa sobre la que se formó la idea de que "aunque está mejorando la calidad general de las aguas en los ríos campurrianos, el Camesa pasa por ser un ejemplo claro de la importancia que tienen los bosques de ribera y su incidencia a la hora de determinar la calidad final de los ecosistemas fluviales".
Según David Gutiérrez, técnico de la Red Cántabra de Desarrollo Rural, "en los últimos años se ha comprobado como la calidad de las aguas del río Camesa se ha mantenido e incluso ha mejorado. No así el grado de cobertura, la estructura y calidad del bosque de ribera, cuyos bajos valores hacen lastrar la calificación final de este espacio y se muestran como el verdadero problema de este cauce".
Durante toda una mañana, técnicos de la Red Cántabra dinamizaron la actividad práctica del chequeo fluvial al río Camesa. En ella, alumnos del CEIP Valdeolea, acompañados de sus tutores llevaron a cabo diversas actividades para determinar el estado ecológico de este cauce gestionado por la Confederación Hidrográfica del Duero.
Esta iniciativa de la Red Cántabra de Desarrollo Rural y los Grupos de Acción Local de Cantabria se lleva a cabo en los colegios de las comarcas rurales de Cantabria y toma como lugar de estudio las principales cuencas hidrográficas de la región. La edición 2016 de '¡Explora tu río!, una historia que fluye', cuenta en esta primera mitad de año con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
Chequeo al Camesa
En la zona del Bao, los alumnos, guiados por los técnicos llevaron a cabo una serie de ejercicios que determinaron la calidad biológica de ese espacio. De este modo, después de medir la anchura, la velocidad y la profundidad del cauce, se pudo estimar un caudal de 6'5 metros cúbicos por segundo. "Un parámetro normal para la época primaveral, dónde aún es evidente la influencia del deshielo de las montañas".
Además se analizó el sustrato mayoritario del lecho fluvial, conformado por bloques, arenas y gravas, y se pudo comprobar que la contaminación allí presente era baja y que el grado de transparencia del agua era el correcto.
